Ciudad de México. - La Semana Santa ya llegó y son muchas las cosas que se dicen, una de ellas es no comer carne en estas fechas.
La razón de acuerdo a la iglesia católica, es porque en estos días “es un tiempo de preparación y purificación”.
¿Cuál es el origen?
El origen de ayunar y de no comer carne durante estas fechas es una acción de penitencia que se remonta al siglo II.
Se dice que Jesús practicó el ayuno durante 40 días en el desierto antes de su misión pública por lo que se pide que el Miércoles de Ceniza y todos los viernes de Cuaresma no se consuma este alimento.
Asimismo, se informa entre los católicos que es por respeto a la muerte de Jesús y su posterior resurrección.
Te podría interesar
“Ayunar es saber renunciar a las cosas vanas, inútiles, a lo superfluo, para ir a lo esencial. Es buscar la belleza de una vida más sencilla”, señaló hace tiempo el Papa Francisco.
¿Qué es la Semana Santa?
La Semana Santa es una celebración religiosa cristiana que conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Esta festividad tiene lugar durante la última semana de la Cuaresma, que es el período de 40 días de preparación espiritual antes de la Pascua.
Comienza con el Domingo de Ramos, que conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, donde fue recibido con hojas de palma por la multitud.
Durante la semana, se recuerdan los eventos más significativos de la vida de Jesús, incluyendo la Última Cena (Jueves Santo), la crucifixión y muerte en la cruz (Viernes Santo), y finaliza con la celebración de la resurrección de Jesús en el Domingo de Pascua.
Durante la Semana Santa, muchas iglesias realizan servicios religiosos especiales, como procesiones, vigilias, liturgias y representaciones teatrales que recrean los eventos de la Pasión. Los fieles también participan en prácticas de devoción, oración, penitencia y ayuno como una forma de prepararse espiritualmente para celebrar la resurrección de Jesús.
Asimismo es una de las festividades más importantes en el calendario litúrgico cristiano y es observada por millones de personas en todo el mundo, tanto en la tradición católica como en las diferentes denominaciones protestantes y ortodoxas.