Ciudad de México. - La temporada de huracanes está próxima a iniciar y de acuerdo a Protección Civil de Nuevo León, los del Atlántico podrían ser benéficos para la entidad, que actualmente enfrente problemas en el llenado de sus presas.
¿Cuándo dan inicio los huracanes en el Océano Atlántico?
De acuerdo a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en el caso del Océano Atlántico, se espera que los huracanes lleguen a partir del 1 de junio y se extienda hasta el 30 de noviembre.
¿Beneficia a Nuevo León?
De acuerdo a Protección Civil de Nuevo León, con el fenómeno de La Niña, la actividad de huracanes se incrementa en el Atlántico, por lo que es más probable que lleven dirección a Nuevo León.
“El fenómeno El Niño el cual lo tenemos presente, prácticamente hay menos o hay más actividad para huracanes cuando es el fenómeno El Niño en el Pacífico, cuando es viceversa, cuando es La Niña tenemos menos actividad ciclónica en el Pacífico, pero más actividad ciclónica en el Atlántico y por consecuente en el Golfo de México.
“Los huracanes los cuales cuando se convierten y se hacen tormentas tropicales o depresiones todo aquel que viene por el Atlántico es con más probabilidad que llegue a nuestro estado. Por lo cual la Universidad de Colorado este año ha pronosticado con el efecto La Niña más actividad ciclónica por esta región, ¿qué significa? esperemos que tengamos dos fenómenos que pudieran dejar lluvia”, dijo Erik Cavazos, titular de Protección Civil del Estado.
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¿Qué es el fenómeno La Niña?
El fenómeno de La Niña es un patrón climático que ocurre en el océano Pacífico ecuatorial. Se caracteriza por temperaturas más frías de lo normal en la superficie del mar en esa región. Esto puede tener efectos significativos en el clima global, como un aumento de la probabilidad de lluvias en algunas áreas y sequías en otras.
Durante un episodio de La Niña, los vientos alisios que soplan de este a oeste a lo largo del ecuador del Pacífico se fortalecen, lo que ayuda a empujar las aguas más cálidas hacia el oeste y permite que las aguas frías profundas del Pacífico oriental suban a la superficie. Esto contrasta con El Niño, que es su fenómeno opuesto, donde las aguas del Pacífico ecuatorial se vuelven más cálidas de lo normal.
Los efectos de La Niña pueden variar según la ubicación geográfica, pero suelen incluir condiciones más húmedas en el oeste de América del Sur y partes de América del Norte, y condiciones más secas en el sudeste asiático y Australia.