Monterrey.- Los animales han manifestado reacciones dispares durante el tiempo que dura un eclipse solar, de acuerdo con las observaciones científicas hechas en los últimos 100 años.
Mientras algunos simplemente se adaptan a su comportamiento crepuscular como si se hiciera de noche, otros “no se van con la finta” y algunos otros se muestran atemorizados por el fenómeno.
En el seno doméstico, se ha visto que los gatos y perros pueden reaccionar con miedo ante el eclipse porque la oscuridad llega a una hora inesperada, lo cual distorsiona su rutina y les hace sentirse confundidos. Y como los eclipses son breves, cuando vuelve a salir el Sol, la situación es aún más confusa para ellos.
En entornos rurales se ha podido ver que las vacas que pastan en el campo regresan a sus establos como si estuviese llegando la noche. También se ha observado que las aves y las ranas adoptan rutinas crepusculares.
En cuanto a los animales salvajes, es más difícil evaluar de forma rigurosa su comportamiento ya que depende en muchos casos de la suerte de tenerlos a la vista durante el breve tiempo que dura el eclipse.
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Con los herbívoros es más fácil observar su comportamiento, por ejemplo, en 2001 se observó que durante un eclipse solar sombre Zambia, las jirafas se pusieron a correr cuando empezó el fenómeno, pues por la noche es cuando están más activos sus depredadores; y cuando regresó la luz solar, volvieron a comer de los árboles como si nada hubiera pasado.
Los zoológicos son uno de los pocos lugares en los que es posible observar detenidamente la reacción de muchas especies salvajes durante los eclipses, pero en general no se ha observado un cambio significativo en el comportamiento de la mayoría de los animales, más allá de una confusión momentánea durante el fenómeno y en los minutos sucesivos.