México.- El color de los ojos ha sido considerado un estándar de belleza en todo el mundo. Esta percepción ha influido en la autoestima y las aspiraciones de aquellos que no poseen esta característica. En respuesta a esta demanda, se ha desarrollado la queratopigmentación como una solución estética.
Sin embargo, es importante tener en cuenta ciertos riesgos asociados si estás considerando someterte a este procedimiento.
Los tonos verde, gris, azul e incluso miel son valorados en la industria estética, lo que ha llevado a que aquellos con ojos cafés se sientan marginados de cierta manera en cuanto a estándares y tendencias.
Esta situación ha generado un crecimiento en la demanda de personas que desean cambiar el color de sus ojos, lo que a su vez ha dado lugar al desarrollo continuo de nuevas técnicas para alterar los pigmentos del iris.
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¿Qué es la queratopigmentación?
La queratopigmentación es un procedimiento cosmético que tiene como objetivo modificar el color de los ojos mediante la aplicación de pigmentos en la superficie de la córnea, la parte transparente y externa del ojo.
Este proceso, también conocido como tatuaje ocular, implica el uso de técnicas especializadas para depositar los pigmentos de manera precisa, lo que puede resultar en un cambio de tonalidad en el iris o en la creación de efectos visuales como resaltar el anillo limbal, el borde oscuro alrededor del iris.
A medida que la demanda de alterar el color de los ojos ha aumentado, la queratopigmentación ha ganado popularidad como una alternativa para lograr este cambio estético deseado.
Sin embargo, es esencial comprender que este procedimiento conlleva ciertos riesgos, incluidas posibles complicaciones oculares, por lo que debe ser realizado únicamente por profesionales altamente capacitados y bajo la supervisión de un oftalmólogo especializado.
¿Cuáles son los riesgos?
La queratopigmentación, al igual que cualquier procedimiento invasivo en el ojo, conlleva ciertos riesgos para la salud ocular. Algunos de los posibles riesgos incluyen:
- Infección ocular: La introducción de pigmentos en la córnea aumenta el riesgo de infecciones oculares bacterianas, virales o fúngicas, que pueden causar irritación, enrojecimiento, dolor y en casos graves, pérdida de visión.
- Daño a la córnea: La aplicación incorrecta de pigmentos o el uso de herramientas no esterilizadas pueden causar daños en la córnea, como abrasiones, ulceraciones o cicatrices, que pueden afectar la calidad de la visión.
- Complicaciones a largo plazo: Aunque pueden no ser evidentes de inmediato, existen riesgos potenciales a largo plazo asociados con la queratopigmentación, como la migración de pigmentos, la pérdida de pigmentación natural del iris, el desarrollo de cataratas o glaucoma, y la necesidad de futuras cirugías correctivas.