Monterrey. – Nuevo León es tierra de montañas y también de serpientes, y una de las especies que más suele dejarse ver alrededor del estado es la víbora de coralillo, a la cual se le debe de tener respeto y cuidado.
Características de la serpiente de coralillo
La víbora de coralillo, que pertenece a la familia de las Elapinas, es una culebra pequeña y venenosa cuyo rasgo principal es la composición de sus anillos de colores rojo, amarillo y negro, los cuales cubren todo su cuerpo.
No una especie demasiado grande, ya que se trata de un ovíparo que como máximo alcanza los 40 o 50 centímetros de largo.
Su cabeza, que siempre es color negra, tiene el mismo grosor que su cuerpo y cuenta con un hocico plano, muy distinto a otras víboras de la región como la cascabel, por ejemplo.
¿Qué pasa si te muerde una víbora de coralillo?
La serpiente de coralillo, conocida por ser una de las más venenosas, muerde, pero los efectos de su dentellada no son inmediatos.
Eso quiere decir que al principio podrías sentir un ligero dolor, pero no hay que confiarse, ya que si la herida no es tratada con el antídoto especial, los síntomas comenzarán a presentarse al paso de 12 horas.
La neurotoxina del animal eventualmente perturbará las conexiones entre el cerebro y los músculos de la víctima, que comenzará a adolecer dificultades en el habla, visión doble, parálisis muscular y finalmente un paro respiratorio y cardiaco.
¿Cuál es el hábitat de la coralillo?
En términos generales, esta serpiente habita el habita al sur y suroeste de Estados Unidos, así como el norte de nuestro país, en los estados de Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Chihuahua y al norte de Durango.
En Nuevo León, específicamente, es común hallarlas en las montañas, prueba de ello algunas fotos y videos compartidos por personas que suelen ir a los cerros a hacer senderismo, y que si no tienen cuidado, podrían resultar severamente afectados al encontrarse con una de estas serpientes.
Recuerda que si logras ver una serpiente de coralillo o de cualquier otra especie, es importante que no las lastimes y evites molestarlas para no contribuir al ataque de estos animales amenazados por el hombre.