Monterrey.- Si te encanta perderte entre páginas amarillentas y descubrir historias olvidadas, hay un lugar en Monterrey que te va a fascinar: una calle completa dedicada a los libros usados.
Desde novelas clásicas, ediciones antiguas y hasta cómics de colección, este rincón literario se ha convertido en una parada obligada para los amantes de la lectura curiosos y los cazadores de tesoros. Aquí te decimos dónde se encuentra.
¿Dónde se encuentra el corredor de libros de segunda mano en Monterrey?
En el cruce de la Calle Guerrero y Washington, a unos cuantos pasos del emblemático Palacio de Gobierno de Nuevo León, se encuentran varias casas antiguas dedicadas a la venta de libros usados.
Se consideran al menos seis establecimientos en este corredor literario en el que destacan librerías reconocidas como: La Nacional, La Victoria, Max Librería, el local de Roberto Oviedo, Librería Cerda y La Atenea, esta última ubicada sobre la calle Modesto Arreola casi esquina con Juárez.
¿Qué tipo de libros puedes encontrar?
Entre sus estanterías los lectores pueden encontrar todo tipo de lecturas, desde las novelas clásicas como la Odisea, hasta textos escolares, enciclopedias, poesía, filosofía, ciencia, historia y literatura contemporánea. Incluso algunos locales ofrecen discos LP, cassettes y servicios de impresión, edición y encuadernación.
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¿Lo mejor de todo? Es que radican en un factor común para sus visitantes: sus precios de remate y la experiencia única de sostener una edición impresa antigua o un ejemplar de ocasión entre las manos.
¿Por qué es un lugar imperdible para los lectores?
Más allá de los precios accesibles que hacen que enriquecer tu biblioteca personal sea un placer, la experiencia de visitar estas casas antiguas es un viaje en sí mismo.
Este corredor literario no se trata solo de la transacción, sino de la atmósfera nostálgica, del trato con libreros que son verdaderos conocedores y de la posibilidad de hallar ese ejemplar de ocasión que llevabas años buscando.
¿Te animas a visitar un sitio donde la cultura y la historia de la capital regia se respiran en cada estantería y donde los bibliófilos hallan su paraíso?