Moscú. – Un grupo de osos polares que se adueñaron de una estación de investigación polar abandonada fueron captados por la cámara del fotógrafo Vadim Makhorov, mientras esta persona recorría la costa oriental de Rusia.
Fue el pasado mes de septiembre, mientras el fotógrafo filmaba el paisaje de la isla Kolyuchin desde un crucero en el mar de Chukotka, cuando se percató que uno de estos edificios abandonados estaba ocupado por osos polares.
“Tomé estas fotos del barco "Professor Chromov" durante un viaje a la isla Wrangel hace una semana. No lejos de las casas hay un lecho de morsa, y unos 20 osos (si no más) están corriendo activamente por la misma isla. ¡Barrio interesante!”, escribió Makhorov en su cuenta de Facebook.
De acuerdo con el fotógrafo, los osos tienen ese gusto particular por ocupar casas o bases polares que se encuentran en estado de abandono.
“Por ejemplo, en el ZFI en la Bahía del Pacífico, donde se conserva la primera estación polar soviética, también hay muchas de estas casas. Y antes de que te sientas tranquilo en la base, tienes que caminar y mirar cada casa, hacer un poco de ruido para que los osos se alejen de la gente”, recordó.
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Asimismo, habló de las medidas que suelen implementar aquellos investigadores que habitan bases polares residenciales, quienes deben de estar alerta ante cualquier posible invasión salvaje.
“Los osos polares también tratan de entrar en bases polares residenciales. Para evitar que esto suceda, los polaristas ponen barras con púas en las ventanas, ponen "chancletas de oso" - tablas con clavos en frente de la puerta. Ciertamente los osos no las pisan ni se traumatizan. Ellos los ven y simplemente no trepan la puerta”, dijo.
La Isla Kolyuchin es una pequeña y remota isla del Ártico que se encuentra a unos 11 kilómetros de la costa norte de la península de Chukotka, separada de Alaska por el Estrecho de Bering.
Durante la época soviética, la isla albergó una estación meteorológica polar y de investigación, misma que fue clausurada y abandonada en la década de 1990.
Desde entonces la base ha quedado en ruinas, por lo que ha sido aprovechada por peludos invasores color blanco que suelen entrar a las construcciones a dormir o simplemente a pasar el rato.
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