Washington. – En los más recientes días, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) confirmó la activación de la defensa planetaria al tiempo que el cometa 3I/ATLAS se aproxima al perihelio.
Lo anterior fue comunicado a través de un boletín oficial, mismo que fue publicado como circular electrónica por el Minor Planet Center de Harvard.
Esta actualización ha elevado la preocupación de los usuarios de internet, quienes han estado expuestos a una gran cantidad de información relacionada al 3I/ATLAS, sobre todo porque ciertas voces expertas señalan que no es un comenta, sino un objeto de tecnología extraterrestre.
¿Qué es el plan de Defensa Planetaria de la NASA?
Es una estrategia que se implementa de manera coordinada y permanente para proteger a la Tierra de impactos de asteroides y cometas potencialmente peligrosos, conocidos como Objetos Cercanos a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés).
El objetivo primordial es encontrar y monitorear todos los NEO grandes (más de 30-50 metros de diámetro) cuyas órbitas los acerquen peligrosamente a la Tierra.
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Si se detecta un objeto potencialmente peligroso, el plan establece un protocolo de comunicación y preparación, lo que puede derivar en la emisión de advertencias e información oportuna y precisa a otras agencias gubernamentales de Estados Unidos.
El componente más avanzado del plan consiste en el desarrollo de tecnologías para desviar o neutralizar un objeto que se dirija hacia la Tierra.
¿Por qué hay preocupación en torno al 31/ATLAS?
La preocupación tiene que ver por su origen, ya que el cometa 31/ATLAS procede de fuera del Sistema Solar, lo que significa que es un objeto poco común con muchas interrogantes por responder.
Además, su trayectoria y características han despertado dudas y especulaciones sobre su verdadera naturaleza, por ejemplo lo dicho por el científico estadounidense Avi Loeb, profesor de Harvard que insiste que el 31/ATLAS no es un cometa, sino una nave espacial tecnología.
La flecha clave respecto al 3I/ATLAS será el próximo 29 de octubre, puesto que este día alcanzará su perihelio y se ubicará a aproximadamente 210 millones de kilómetros del Sol (alrededor de 1.35 Unidades Astronómicas, justo entre las órbitas de Marte y Júpiter).
Cuando se acerque al calor y la radiación solar, el hielo y el material volátil del cometa se sublimarán de forma significativa, lo que provocará un aumento en la actividad, liberando más gas y polvo.
Este fenómeno permitirá a los astrónomos estudiar intensamente la composición del cometa, así que se espera mayor información acerca de él para entonces.
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