Monterrey.- La historia de México dentro del certamen Miss Universo fue en 1952, donde la primera representante mexicana compitió en el certamen de belleza.
Aquella presencia marcó el arranque de una trayectoria que, con el paso del tiempo, llevaría a México a convertirse en una de las naciones latinoamericanas con mayor relevancia dentro del concurso.
¿Cómo nació Miss Universo?
Contrario a la idea romántica de un certamen creado con fines filantrópicos, Miss Universo surgió como consecuencia de una disputa empresarial.
En 1951, la entonces Miss América rechazó usar un traje de baño de una marca patrocinadora, lo que provocó que la empresa decidiera crear su propio concurso, Miss Universo.
El primer evento se realizó en junio de 1952 en el Long Beach Municipal Auditorium, reuniendo a más de 30 participantes de distintas partes del mundo, entre las que figuraban integrantes de Chile, Cuba, Panamá, Perú, Uruguay, Venezuela y México.
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La representante de Finlandia, Armi Helena Kuusela, se convirtió en la primera ganadora del certamen.
¿Quién fue la primera mexicana en participar en el certamen?
En la edición inaugural, la representante de México fue Olga Llorens Pérez Castillo de 21 años originaria de Chihuahua, se convirtió en la primera mexicana en pisar este escenario internacional.
Su nombre completo apareció registrado en fuentes oficiales y secundarias, consolidando su presencia histórica.
Más allá del simple debut, México logró destacar desde aquel primer año, Olga no solo representó al país, sino que también consiguió avanzar hasta el Top 10.
Aunque con el paso de las décadas otras representantes mexicanas han ganado mayor protagonismo e incluso coronas internacionales, Olga Llorens se mantiene como un referente imprescindible, su participación no solo abrió las puertas para futuras concursantes mexicanas, sino que también estableció la primera clasificación para México en la historia del certamen.
¿Qué representa ese legado para Fátima Bosch?
Hoy, más de 70 años después, Fátima Bosch, ganadora de Miss México y representante para Miss Universo 2025, busca consolidarse con la corona.
En su reciente participación preliminar, Fátima Bosch lució trajes que evocan la identidad mexicana y el orgullo de las raíces prehispánicas.
Su preparación y sus ideales como su labor altruista desde los 14 años, su estudio de moda y su apuesta por la sostenibilidad reflejan la evolución del certamen y de lo que significa hoy ser una candidata mexicana, más que un desfile de belleza, es una plataforma para la cultura, la voz social y el orgullo nacional.