Hallan a 102 serpientes escondidas en el patio trasero de una casa en Australia

Aunque el veneno de estas víboras no es mortal para el ser humano, una mordedura puede provocar intenso dolor.

Serpiente de vientre rojo
Serpiente de vientre rojo Créditos: Especial
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Melbourne. – Un total de 102 serpientes venenosas de vientre rojo fueron retiradas de un montón de mantillo que se encontraba en el patio trasero de una casa en Sídney, Australia.

El operativo, que resultó exitoso, fue hecho por el cazador de serpientes Dylan Cooper, quien a su vez fue llamado por el propietario de la casa, David Stein.

Este hombre ya había visto varias serpientes deslizándose en su patio, así que decidió comunicarse con el experto , pero sin imaginar que el número de culebras era tal. 

De las 102 víboras, cinco eran adultas y 97 resultaron ser crías; este dato es importante puesto que los expertos desconocen cómo fue que tantas serpientes pudieron dar a luz en un periodo de tiempo tan corto en esta propiedad de 1.4 hectáreas ubicada en Stein, en Horsley Park.

Scott Eipper, quien ha escrito varios libros sobre serpientes, intentó aclarar las dudas que había al respecto señalando que el clima extremadamente caluroso que estaba registrando Sídney pudo haber influido en el parto de los reptiles.

Serpiente de vientre rojo | Especial 

¿Qué saber acerca de las serpientes de vientre rojo?

La serpiente de vientre rojo, cuyo nombre científico es Pseudechis porphyriacus, es una serpiente venenosa que se encuentra comúnmente en el este de Australia.

Es conocida por su distintivo color negro brillante en el dorso y su vientre de tonalidades rojas o rosadas, de ahí su nombre común.

¿Cuáles son sus características?

Sobre su tamaño, esta serpiente puede alcanzar una longitud de hasta 2 metros, aunque el promedio es de 1.25 metros.

Viven, sobre todo, en bosques, humedales, praderas y zonas costeras del este de Australia, en donde se alimentan principalmente de ranas, pero también pequeños mamíferos, reptiles y aves.

Es una serpiente diurna y generalmente solitaria, y es que prefiere evitar el contacto con humanos y solo muerde si se siente amenazada.

Su veneno no es mortal para los humanos, pero puede causar dolor, hinchazón y otros síntomas.