México.-La tragedia en el festival Axe Ceremonia 2025, donde perdieron la vida los fotoperiodistas Berenice Giles y Miguel Ángel Hernández, ha provocado una ola de indignación y preguntas sin respuesta.
A medida que avanzan las investigaciones, un nombre ha comenzado a sonar con fuerza: Luis Avilés, exmánager del cantante Macario Martínez y responsable de la campaña de prensa del evento.
Martínez, quien rompió relación laboral con Avilés tras el accidente, aseguró que su exmánager tuvo un papel clave durante el festival.
Y no precisamente por su trabajo como publicista, sino por su presunta participación en el encubrimiento de los hechos.
El papel de Luis Avilés en Axe Ceremonia 2025
Luis Avilés estaba a cargo de coordinar la prensa en Axe Ceremonia: gestionar entrevistas, acreditaciones y facilitar el trabajo a los medios.
Pero tras el accidente ocurrido el 5 de abril cuando una estructura decorativa colapsó sobre varios periodistas surgieron acusaciones que apuntan a que Avilés intentó impedir la cobertura de la tragedia.
De acuerdo con diversas versiones, habría ordenado retirar a reporteros que intentaban documentar la escena. Sin embargo, él lo niega rotundamente.
En un comunicado, Avilés aseguró que su responsabilidad se limitó a tareas logísticas y que incluso solicitó apoyo al área de marketing del festival para atender la emergencia.
¿Habrá consecuencias legales para Avilés?
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ya confirmó que está preparando entrevistas con personas relacionadas directamente con el accidente. Aunque no han revelado nombres, se espera que el de Luis Avilés esté entre ellos.
Mientras tanto, los familiares y colegas de las víctimas siguen exigiendo justicia, y el público espera una respuesta clara: ¿quién fue responsable de la negligencia que provocó esta tragedia?
La incógnita continúa
La muerte de Berenice Giles y Miguel Ángel Hernández ha dejado una marca profunda en el periodismo mexicano.
El caso de Luis Avilés es solo una pieza del rompecabezas que las autoridades deberán resolver para que se haga justicia.
Por ahora, su nombre queda bajo la lupa, en medio del dolor, el silencio institucional y la presión social que exige claridad y responsabilidad.