Nueva York.- La tragedia aérea ocurrida el jueves en Nueva York ha conmocionado a España: una familia entera, compuesta por dos reconocidos ejecutivos y sus tres hijos pequeños, falleció tras caer el helicóptero turístico en el que viajaban al río Hudson.
Lo que debía ser un momento inolvidable en sus vacaciones familiares terminó en luto y consternación internacional.
Agustín Escobar: un ejecutivo brillante con trayectoria global
El padre de familia, Agustín Escobar, tenía 49 años y era originario de Puertollano, Castilla-La Mancha.
Con una destacada carrera en el sector tecnológico, Escobar dirigía la división de infraestructuras ferroviarias de Siemens desde su sede en Berlín.
Anteriormente, fue director general de Siemens España y trabajó en Estados Unidos y Brasil. Su ciudad natal lo reconoció como “hijo predilecto” en 2023 por sus logros profesionales.
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Mercè Camprubí Montal: ejecutiva y parte de una familia influyente
La esposa, Mercè Camprubí Montal, también tenía una sólida carrera como ejecutiva en Siemens Energy, empresa derivada de Siemens.
Pertenecía a una familia muy conocida en Barcelona, con fuertes vínculos con el deporte: dos de sus familiares fueron presidentes del Fútbol Club Barcelona, según informó el presidente catalán Salvador Illa.
Los niños: una promesa truncada
Con ellos viajaban sus tres hijos: Agustín, de 10 años; Mercè, de 8 (quien habría cumplido 9 al día siguiente del accidente); y Víctor, de 4.
La familia estaba de vacaciones en Nueva York, disfrutando de un vuelo panorámico en helicóptero que terminó en tragedia.
Consternación en España
Las reacciones no se hicieron esperar. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, calificó el hecho como “una tragedia inimaginable” y expresó sus condolencias a los allegados.
Siemens también lamentó profundamente la pérdida de sus ejecutivos.
“Lamenta profundamente la marcha de uno de sus hijos más brillantes”.
Esta familia, unida por el éxito, el cariño y la proyección internacional, deja una huella imborrable en quienes los conocieron.
Lo que debía ser un momento de alegría se convirtió en una tragedia que enluta a dos países.
Las autoridades siguen investigando las causas del accidente mientras gestionan la repatriación de los cuerpos.