Monterrey.- La influencer regiomontana Priscy Escoto ha causado revuelo en redes sociales no solo por su estilo de vida, sino por su impresionante colección de bolsas de lujo, cuyo valor ascendería a millones de pesos. Sin embargo, su nombre también se ha sumado recientemente a una conversación más amplia que ha sacudido al mundo de la moda: la polémica sobre las bolsas de diseñador hechas en China.
Con decenas de piezas de marcas como Louis Vuitton, Chanel, Prada y Hermès, Priscy ha compartido a través de videos y publicaciones su afición por coleccionar accesorios exclusivos. Algunas bolsas las ha comprado en tiendas internacionales, otras las ha recibido como regalo, y varias pertenecen a ediciones limitadas.
Pero la conversación en línea tomó otro giro cuando comenzaron a viralizarse reportajes y testimonios que aseguran que algunas de las marcas más reconocidas producen parte de sus bolsas en fábricas de alta gama en China, sin que ello sea del conocimiento general de los compradores. Aunque esta práctica no es ilegal, sí ha generado debate sobre el valor real, la transparencia y la ética en la industria de la moda.
Varios usuarios en redes aprovecharon para cuestionar si las piezas de coleccionistas como Priscy son auténticas o si, pese a ser originales, su fabricación en Asia justificaría su elevado costo. Otros defendieron a la influencer, argumentando que el lujo no siempre depende del lugar de producción, sino del diseño, exclusividad y el respaldo de marca.
Por su parte, Priscy no ha emitido una postura directa sobre la polémica, pero en historias recientes reafirmó que comparte su vida con honestidad y que lo hace por amor a la moda, no para presumir.
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“No se trata de etiquetas, sino de estilo”, escribió.
Con casi medio millón de seguidores en Instagram y 4 millones en TikTok, Escoto sigue consolidando su influencia en el norte del país, ahora bajo la mirada de quienes admiran su estilo… y también de quienes cuestionan el verdadero precio del lujo.