México.- En esta temporada de calor intenso, no solo tu cuerpo sufre las altas temperaturas; tus neumáticos también están en riesgo.
Para evitar que el calor extremo cause daños significativos, existen formas sencillas de proteger tus llantas y garantizar un viaje seguro. Sigue leyendo para conocer las recomendaciones clave.
¿Cómo daña el calor tus neumáticos?
Según Firestone (fabrica neumáticos), las llantas fabricadas de caucho natural y sintético, las hace más susceptibles a deformaciones cuando el calor es elevado. De lo anterior se derivan algunos riesgos como:
Separación de capas (deslaminación): El calor excesivo puede debilitar la unión entre las diferentes capas de materiales que componen el neumático (caucho, acero, nylon, etc.).
Esto puede llevar a la separación de estas capas, causando bultos, deformaciones o incluso la destrucción del neumático.
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Mayor fricción: El asfalto caliente aumenta la temperatura de la banda de rodadura durante la conducción, lo que incrementa la fricción entre el neumático y la carretera. Esta mayor fricción acelera el desgaste del caucho.
Expansión del aire: El aire dentro de tus neumáticos se expande cuando la temperatura aumenta. Esto incrementa la presión interna de la llanta.
Riesgo de sobreinflado: Si los neumáticos ya están inflados cerca del límite máximo recomendado, el calor adicional puede llevarlos a sobreinflarse.
Esto puede resultar en un desgaste irregular (mayor en el centro de la banda de rodadura), una menor superficie de contacto con la carretera (reduciendo el agarre) y, en casos extremos, un reventón peligroso.
¿Cómo evitar que tus llantas se dañen por el calor?
De acuerdo con el portal Jktorne, la mejor manera de evitar daños en tus neumáticos es mantenerlos en buen estado y en constante verificación durante la temporada de calor.
- Verifica regularmente: Revisa la presión de tus neumáticos al menos una vez al mes y antes de viajes largos, especialmente durante las épocas de más calor.
- Evita el sobreinflado: Aunque el calor aumenta la presión, no desinfles tus neumáticos por debajo de la recomendación del fabricante cuando estén fríos.
- Limpia tus neumáticos: Elimina todos los componentes de antioxidantes y antiozono con productos químicos a base de alcohol o petróleo secan la superficie del caucho y la agrietan con mayor facilidad
- Estaciona a la sombra: Siempre que sea posible, estaciona tu coche en lugares sombreados para reducir la exposición directa al sol, lo que puede aumentar la temperatura de los neumáticos.
- Evita aceleraciones y frenadas bruscas: Una conducción suave reduce la fricción y, por lo tanto, la generación de calor en los neumáticos.
- Asegúrate de que el sistema de suspensión esté en buen estado: Una suspensión defectuosa puede causar un desgaste irregular de los neumáticos, que se agrava con el calor.
