Vaticano.- Este 8 de mayo de 2025, la Iglesia Católica recibió a su nuevo líder espiritual: Robert Francis Prevost Martínez, cardenal estadounidense de origen español y miembro de la Orden de San Agustín.
En una decisión que ha generado curiosidad y simbolismo, el nuevo pontífice eligió llamarse Papa León, un nombre con gran peso histórico en el Vaticano.
Prevost, nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955, cuenta con una destacada trayectoria dentro de la Iglesia como misionero, académico y administrador.
Su elección del nombre León no es casual: es un guiño directo a una de las tradiciones más sólidas y poderosas del catolicismo.
El legado del nombre León en la historia de los papas
Hasta ahora, 13 papas han llevado el nombre León, siendo uno de los más icónicos el Papa León I, también conocido como León Magno.
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Este pontífice del siglo V fue proclamado Doctor de la Iglesia y es recordado por su firme defensa de la fe católica frente a herejías y amenazas externas, como su histórica negociación con Atila el Huno para evitar la destrucción de Roma.
También destacaron el Papa León III, quien coronó a Carlomagno como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, y el Papa León XIII, conocido por su encíclica social Rerum Novarum, que sentó las bases de la doctrina social de la Iglesia moderna.
¿Por qué eligen el nombre León? ¿Existe un santo detrás?
El nombre León proviene del latín Leo, que significa “león”, símbolo de fuerza y valentía. En el santoral católico, San León Magno es el principal referente: su fiesta se celebra el 10 de noviembre y es venerado como uno de los más grandes papas de la historia.
Al adoptar este nombre, el nuevo papa hace una declaración de fortaleza doctrinal y continuidad con la tradición.
Un pontificado con visión firme desde el primer gesto
La elección del nombre León no solo revive la historia papal, sino que marca una ruta de liderazgo fuerte y espiritual.
En tiempos de desafíos globales para la Iglesia, este gesto inicial del nuevo papa parece una señal clara: el rugido de la fe está más vivo que nunca.