México.- Tras el testimonio de Ivet Playà sobre su relación con Alejandro Sanz, las redes sociales se han llenado de reacciones encontradas.
Sin embargo, una seguidora del cantante decidió alzar la voz para ofrecer un punto de vista distinto: uno que habla de admiración, esfuerzo propio y una conexión genuina sin intereses ocultos.
Su historia con Alejandro Sanz comenzó como un sueño personal
La joven comienza su relato asegurando que todo ha sido por iniciativa propia:
“Con 19 años ya me estuve pagando mi primera gira (uno de mis sueños), con 20 la segunda, he viajado a USA sola con 21 para ir a verle...”.
Según explica, jamás ha recibido ayuda económica ni ha buscado beneficios personales del artista. Todo lo ha costeado con su esfuerzo, por el simple deseo de seguir a quien admira profundamente.
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“No hay favoritismo, hay generosidad”
Para ella, Alejandro Sanz siempre ha sido accesible con todos sus fans. Asegura que no ha visto comportamientos extraños ni tratos privilegiados, sino a un artista que conecta desde el corazón.
“Siempre ha tenido palabras bonitas para cualquiera que las necesitaba y dispuesto a ayudar al que lo pedía”.
La joven recalca que la atención que ha recibido no tiene nada que ver con suerte ni oportunismo, sino con una relación basada en el respeto mutuo y la empatía.
Otra cara del debate sobre Alejandro Sanz
En medio de la controversia, su testimonio funciona como un contrapeso que humaniza al cantante, recordando que las relaciones entre famosos y seguidores pueden ser sinceras.
“Donde ustedes ven suerte, simplemente veo un hombre con un corazón de hierro arropando a una persona consciente de todo lo que hace”.
Frente a las críticas, defiende que nunca ha esperado nada a cambio ni ha sentido que existiera algo indebido.
“Él sabe que no me debe nada, ni yo a él”.
Mientras el debate continúa, esta fan ofrece una narrativa diferente sobre Alejandro Sanz: la de una persona generosa, cercana y agradecida con quienes lo han seguido con sinceridad.
En un mundo donde la fama suele empañar la verdad, su testimonio invita a mirar más allá del escándalo y a reconocer la complejidad humana detrás del artista.