México.- En los años 80, el mundo fue testigo de una de las colaboraciones más sorprendentes en la historia del pop: Paul McCartney y Michael Jackson, dos titanes musicales de generaciones distintas, unieron fuerzas para crear éxitos que marcaron época.
Sin embargo, esa alianza terminaría en un conflicto amargo, impulsado por dinero, derechos de autor y un comentario que selló su distanciamiento para siempre.
¿Cómo comenzó la amistad musical entre McCartney y Jackson?
Todo comenzó a principios de los 80, cuando Michael Jackson, por entonces en la cima del éxito con Off the Wall, llamó por teléfono a Paul McCartney para proponerle grabar canciones juntos. McCartney, abierto a nuevas colaboraciones tras la muerte de John Lennon, aceptó.

Su primer tema juntos fue The Girl Is Mine, incluido en el icónico álbum Thriller. Aunque la canción fue criticada por su simplicidad, sirvió para posicionar a Jackson en un mercado más amplio, especialmente en medios como MTV, que aún discriminaban a artistas afroamericanos.
El consejo que desató la traición
Durante la grabación de otros temas como Say Say Say y The Man, McCartney le compartió a Jackson su experiencia como inversor en catálogos musicales.
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Le explicó que poseía derechos de artistas como Buddy Holly y le recomendó invertir en música como una forma segura de negocio.
Lo que McCartney no imaginó fue que Jackson tomaría ese consejo de forma literal y estratégica: en 1985, el “Rey del Pop” compró el catálogo editorial de ATV, que incluía gran parte del repertorio de The Beatles.
McCartney, que había intentado recuperar esos derechos durante años, se sintió traicionado.
“Solo negocios, Paul”: el fin de la amistad
Según medios británicos como Express UK, McCartney definió la jugada como una traición. Cuando intentó conversar con Jackson al respecto, recibió una respuesta cortante: “Eso es solo negocios, Paul”. Desde ese momento, la amistad se rompió por completo.
Aunque McCartney demandó a Sony/ATV en 2017 para recuperar los derechos con base en una ley de copyright estadounidense, el conflicto terminó en un acuerdo privado. Pero la relación nunca se reparó. Jackson falleció en 2009 sin reconciliarse con su antiguo amigo y colaborador.
Una advertencia musical sobre dinero y lealtad
Esta historia sirve como una lección en la industria musical sobre los límites entre la amistad y los intereses financieros.
Lo que empezó como una alianza creativa terminó como una dolorosa traición personal.
Michael Jackson y Paul McCartney escribieron juntos canciones inolvidables, pero también protagonizaron uno de los desencuentros más duros de la historia del pop.