Monterrey.- Prestar una tarjeta de crédito a familiares o amigos puede parecer un acto de confianza, pero el Servicio de Administración Tributaria (SAT) lo considera riesgoso y puede sancionarlo.
Según reportes recientes, aunque no hay una sanción automática por prestar la tarjeta, sí se activa la fiscalización si los gastos realizados no coinciden con los ingresos declarados del titular. Bajo el artículo 82 del Código Fiscal de la Federación, estas discrepancias pueden resultar en multas de entre 15?% y 70?% del monto no declarado.
Consecuencias potenciales:
• Inclusión en lista negra fiscal, lo que restringe acceso a servicios financieros y créditos.
• Congelamiento de cuentas bancarias si se sospecha de ingresos no declarados.
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• Intereses y recargos adicionales si no se regulariza la situación.
Consejos para evitar sanciones:
• No prestes tu tarjeta; es personal e intransferible según la ley.
• Si decides hacerlo, guarda evidencia clara de la transacción y que los gastos estén respaldados con facturas y declaraciones.
• Regulariza la situación ante el SAT con anticipación.
En resumen, aunque parece inofensivo, prestar la tarjeta puede duplicar el registro de gastos e ingresos, lo cual alerta a la autoridad y puede desencadenar multas y consecuencias graves.