México.- El estreno de la bioserie Chespirito: Sin querer queriendo, en la plataforma Max, ha puesto nuevamente bajo la lupa la vida privada de Roberto Gómez Bolaños, uno de los comediantes más queridos de México.
Desde su infancia hasta los secretos menos conocidos de su familia, la serie ha despertado curiosidad por los vínculos personales del creador de El Chavo del 8.
Uno de los temas que más ha llamado la atención del público es el supuesto parentesco de Chespirito con el expresidente de México, Gustavo Díaz Ordaz, una figura polémica en la historia política del país.
¿Chespirito era sobrino del expresidente Díaz Ordaz?
Durante años, este rumor circuló sin confirmación oficial. Sin embargo, fue el propio Roberto Gómez Bolaños quien, en una entrevista de 2012, confirmó que sí era sobrino del expresidente Gustavo Díaz Ordaz, acabando con las especulaciones.
Sus palabras fueron claras:
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“Gustavo Díaz Ordaz, en algunas cosas y no porque haya sido mi tío, a quien nadie quería, antes del 68 fue el mejor presidente. La respuesta más acertada que puedo dar es: ninguno”.
Con esta declaración, no solo admitió su parentesco, sino que también dio su opinión sobre la política mexicana, lo que generó controversia.
¿Por qué no se menciona en la serie de Max?
Llama la atención que la bioserie producida por su hijo, Roberto Gómez Fernández, omita por completo este dato clave.
Algunos opinan que fue una decisión intencional para evitar dañar la imagen del comediante, ya que Díaz Ordaz es una figura históricamente rechazada por su papel en la represión del movimiento estudiantil de 1968.
Además, se ha especulado que este parentesco pudo haber influido en la entrada de Gómez Bolaños a la televisión, avivando rumores de nepotismo que podrían haber afectado la recepción de la serie.
Opiniones divididas y polémica política
La revelación de este parentesco y las declaraciones políticas de Chespirito han provocado que algunos reconsideren su percepción del comediante.
Aunque su legado artístico sigue siendo inmenso, su vínculo familiar con una de las figuras más criticadas de la política mexicana ha abierto un nuevo debate en redes sociales y medios de comunicación.
El silencio sobre este detalle en la bioserie ha generado aún más interés. Mientras unos defienden que Chespirito debe ser valorado por su obra, otros cuestionan por qué se omitió una parte tan relevante de su historia familiar. La polémica está servida.