Nuevo León.- De ser comunidades tranquilas y poco conocidas, a convertirse en paradas obligadas para miles de turistas: así ha sido la transformación de los Pueblos Mágicos de Nuevo León.
Entre fotografías antiguas, recuerdos de sus habitantes y el auge turístico, estos lugares han vivido una evolución que pocos imaginan.
Santiago
Antes de 2006, año en que recibió el nombramiento, Santiago era conocido principalmente por ser una zona de cosecha y ganadería. Sus orígenes se dieron durante el siglo XVII y era conocido antiguamente como el Valle de Santiago del Guaxuco.
Antes, la Cascada Cola de Caballo y la Presa de La Boca eran vistas como simples puntos de esparcimiento local, lejos del bullicio turístico que tienen hoy. Incluso, se sabe que en las orillas de la presa se asentaron algunos de los primeros pobladores españoles, mucho antes de que se convirtiera en un concurrido malecón.
Actualmente se posiciona como uno de los sitios turísticos más visitados destacados por su clima fresco y su naturaleza.
 Linares: El corazón agrícola del sur
 Linares, nombrado Pueblo Mágico en 2015, tenía una identidad fuertemente arraigada en la agricultura y la ganadería. Era el epicentro económico del sur de Nuevo León, pero su potencial turístico estaba subdesarrollado.
El municipio era famoso a nivel local por sus tradiciones, como las deliciosas "Glorias", pero su fama no había trascendido a nivel nacional. La gente lo visitaba más por motivos comerciales o por ser una parada obligatoria en la carretera, que como un destino cultural en sí mismo.
 Bustamante: La joya de la sierra
 Bustamante fue reconocido en 2018. El pueblo en sí era un lugar de paso, conocido por la calidad de su pan de elote y sus panes de harina. La vida giraba en torno a sus tradiciones, y la arquitectura colonial del centro no tenía la misma promoción turística. Era un destino más de nicho para quienes buscaban un ambiente rústico y un descanso de la vida urbana.
Actualmente su principal atractivo sigue siendo su belleza natural y sus famosas Grutas de Bustamante, que atraen a aventureros y exploradores.
 General Zaragoza: El paraíso escondido del sur
 General Zaragoza, nombrado Pueblo Mágico en 2023, era un verdadero paraíso escondido, conocido solo por los amantes del ecoturismo y la aventura. Sus impresionantes cascadas, cañones y ríos eran un secreto bien guardado de la gente local.
El municipio continúa manteniendo su naturaleza virgen y su tranquilidad casi inalterada, siendo un destino para los aventureros.
General Terán: La cuna musical y agrícola
General Terán, que obtuvo el reconocimiento en 2023, ha sido históricamente un centro agrícola y ganadero.
Sin embargo, su fama ya se extendía por la región gracias a su legado como la cuna de la música norteña. De sus tierras surgió el icónico grupo Los Alegres de Terán, que sentó las bases del género.
Antes de ser Pueblo Mágico, el municipio ya se enorgullecía de su historia musical y de ser un bastión de las tradiciones rancheras, pero el nombramiento le ha dado una plataforma para proyectar su identidad cultural más allá de la región
   
