Italia.- Más allá del imperio de la moda, Giorgio Armani entendió que el cine era una vitrina perfecta para mostrar su estilo sobrio y sofisticado. Sus diseños acompañaron a personajes memorables en películas que siguen siendo referencia de buen gusto y glamour en la gran pantalla.
Para despedir a uno de sus grandes íconos: Giorgio Armani, quien falleció a los 91 años hoy 04 de septiembre, recordemos 5 películas que demuestran por qué Armani fue mucho más que un diseñador: fue un genio del estilo cinematográfico.
El lobo de Wall Street.
Cuando la tres veces ganadora del Oscar, Sandy Powell, se enfrentó al reto de vestir a Jordan Belfort en la película de Scorsese sobre el capitalismo, supo que necesitaba la esencia de los años 90. ¿La solución? Acudir directamente a la fuente: los archivos de Giorgio Armani.
Con el permiso del mismísimo diseñador, Powell se sumergió en sus colecciones para encontrar la inspiración en los icónicos trajes de raya diplomática de doble botonadura. Al final, dos de las piezas originales de Armani aparecieron en pantalla, trajes pulcros en gris pálido y azul marino que definían la arrogancia del personaje de Leonardo DiCaprio.
American Gigolo
En el drama de 1980 de Paul Schrader, American Gigolo, el personaje de Julian Kaye, interpretado por Richard Gere, es el arquetipo del hombre Armani: sofisticado, seductor y siempre impecable. Apenas cinco años después de fundar su marca, Giorgio Armani fue el encargado de vestir a Gere en el filme, una colaboración que le valió el reconocimiento internacional.
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El impacto fue monumental. Armani revolucionó la sastrería masculina al transformar el traje, que hasta entonces era un uniforme rígido de negocios, en una prenda de líneas fluidas, ligeras y con una elegancia inigualable. El estilo de Julian Kaye no solo marcó una década, sino que definió para siempre lo que significa vestirse con una actitud despreocupada pero poderosa.
Uno de los nuestros
Cuando Martin Scorsese quiso capturar la esencia de la mafia neoyorquina en su obra maestra de 1990, Goodfellas, no dudó en acudir a Giorgio Armani. El diseñador, un viejo colaborador del director, se encargó de vestir a los personajes para reflejar su ascenso y posterior caída en el sórdido mundo del crimen.
Su admiración era, sin duda, mutua. De hecho, ese mismo año, Scorsese rindió homenaje al genio de Armani en su cortometraje documental Made in Milan, explorando sus procesos creativos y la visión que lo convirtió en un ícono global.
Duplicity
Para su comedia romántica de espionaje en 2009, Duplicity, el director Tony Gilroy tenía una idea muy clara: necesitaba a un hombre que luciera impecable en todo momento. La solución llegó de la mano de la estrella del filme, Clive Owen, un viejo amigo y devoto de Giorgio Armani.
Cada pieza, desde los trajes de corte inmaculado y las gabardinas perfectas hasta los lentes de aviador y los relojes Armani Privé, fue diseñada para que el personaje de Clive Owen fuera la personificación de la elegancia sin esfuerzo, un verdadero héroe de acción moderno
La red social
Cuando Justin Timberlake aceptó el papel de Sean Parker fue a la tienda de Giorgio Armani en Beverly Hills. El resultado fueron chamarras perfectamente confeccionadas, combinadas con camisetas casuales y jeans, que dieron vida al moderno y despreocupado estilo del empresario tecnológico.
La atención al detalle llegó al extremo: cada prenda llevaba una etiqueta cosida a mano en el bolsillo interior que decía: “Giorgio Armani para Sean Parker”, un toque final que demostraba la autenticidad y el lujo detrás del vestuario.