Milán.- Los conflictos bélicos y políticos entre Ucrania y Rusia se reflejaron este jueves en el deporte, con la descalificación de Olga Kharlan, por no saludar a su rival al término del combate.
Fue en el Mundial de Esgrima de Milán que la multimedallista olímpica y cuádruple campeona mundial ucraniana, Olga Kharlan, se negó a darle la mano a la rusa Anna Smirnova, a quien previamente había derrotado en la competición individual de sable femenino.
El enfrentamiento se dio este miércoles en el tablón principal de la competición, en la que la Federación Internacional de Esgrima (FIE) permite la participación de deportistas rusos y bielorrusos bajo bandera neutral.
Al término del combate, en el que Kharlan se impuso por 15-7, su rival se dirigió a ella para estrechar su mano, gesto que la ucrania descartó y cambió por el de apuntar a su rival de frente con su arma.
Tras esto, la rusa Smirnova se negó a abandonar el tapiz, en el que permaneció sentada durante un largo tiempo para reclamar una sanción para su contrincante, lo que retrasó el desarrollo de la competición.
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Con su victoria sobre Anna Smirnova, la ucraniana debía jugarse el pase a Octavos de Final frente a la búlgara Yoana ilieva, pero su gesto le costó la descalificación inmediata, dejando a la rus con su pase directo a esa fase, en la que enfrentará a la azerbaiyana Anna Bashta.
Kharlan, de 32 años, ha sido campeona del mundo de sable individual en cuatro ocasiones, 2019, 2017, 2014 y 2013, además de campeona olímpica en Pekín 2008, bronce en Río 2016 y Londres 2012 y reciente ganadora del oro en los Juegos Europeos celebrados en Cracovia.
La Federación Internacional de Esgrima considera que negarse a saludar a un rival tras un enfrentamiento es motivo de descalificación.
Kharlan se convirtió en la primera deportista ucraniana que enfrenta a una rusa desde la invasión de su país.