San Salvador.- El deportivismo y juego limpio estuvieron presentes otra vez en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, cuando un deportista mexicano entregó su medalla a un atleta de Cuba.
Se trata de Fidencio González, participante de la disciplina de “Tiro Deportivo”, quien se ganó el respeto de todos los presentes al regresar la presea de bronce a Leuris Pupo, quien la había ganado justamente en competencia.
No obstante, sus compatriotas Jorge Álvarez y Jorge Grau se colgaron las medallas de oro y plata, respectivamente, en la modalidad de tiro rápido con pistola 25.
Por reglamento de la competencia, el podio no puede estar conformado por tres atletas del mismo país, por lo que, si sucede este caso, la presea se entrega al cuarto puesto, pese a que no la haya ganado en primera instancia.
En el podio se vio a los dos cubanos y al mexicano posando con sus medallas como protocolo, pero después de las fotografías, Fidencio González se acercó a Pupo para entregarle el reconocimiento.
Te podría interesar
Posteriormente se publicó otra fotografía, en esta aparecen los tres atletas cubanos: Jorge Álvarez, Jorge Grau y Leuris Pupo, este último ya con la medalla y el mexicano a un lado, sin su presea.
Esta no es la primera vez que se da una situación así en San Salvador 2023 y es que, el pasado 28 de junio la cubana Laina Pérez entregó su medalla a la mexicana Alejandra Cervantes.
La situación fue la misma; Cervantes fue tercer puesto en la prueba de tiro deportivo de 10 metros con pistola de aire, por detrás de sus compatriotas Andrea Ibarra y Alejandra Zavala, ganadoras de oro y plata, respectivamente.
Debido a esto, la organización retiró el tercer puesto a Cervantes y entregó su presea a la cubana Laina Pérez, quien no dudó en regresarla a su dueña.
“Realmente quien hizo el reglamento no fue atleta, porque es injusto que alguien se lo gane, por ser del mismo país que las dos anteriores, no se la pueda llevar a casa y no tiene ni una justificación, creo que es absurdo.
“No sé si en tiempos anteriores pasaba esto; la medalla no es mía, es de ella. Porque de verdad te la ganaste”, dijo la tiradora cubana al entregar la presea a la mexicana y posteriormente se abrazaron, para simbolizar el juego limpio.