Alemania.- El Borussia Dortmund arrasó en su estadio a un inofensivo Celtic de Glasgow por 7-1, en una exhibición descomunal del extremo Karim Adeyemi, autor de tres tanto en la primera mitad, tras la cual tuvo que retirarse lesionado.
Dos campeones de Europa, cuyas fervorosas hinchadas entonan a capela el icónico 'You'll never walk alone' antes de los partidos en casa, medían sus fuerzas en la gran competición continental, pero como la motivadora canción se escuchaba con acento alemán, fueron los de Sahin los que más excitados saltaron al césped.
Apenas se habían cumplido cinco minutos cuando una incursión de Gittens en solitario, favorecido por los rebotes, le hizo plantarse ante Schmeichel, que, al verse quebrado por el inglés, le derribó. El colegiado español Sánchez Martínez no dudó al decretar la pena máxima y Emre Can tradujo al marcador la acometida inicial.
La respuesta escocesa, la única en toda la contienda, no se hizo esperar. Dos minutos más tarde, un balón centrado desde la derecha por Engels lo remató el japonés Maeda con lo que pudo, de rebote tras despeje defectuoso del capitán del Dortmund, para colocar la igualada momentánea.
Fue un espejismo. Una combinación magistral entre Guirassy, que descolgó asombrosamente de tacón un balón llovido del cielo, Brandt y Adeyemi, dejó solo a este último para que definiera con facilidad ante el meta danés.
Te podría interesar
El frenético equipo 'borusser' no daba tregua y, con un Julian Brandt desatado, sus embates a la portería contraria continuaron sin cesar. Guirassy se encontró con el veterano guardameta tras otro servicio brillante, esta vez de tacón, del número 10 alemán; pero al que no pudo frenar nuevamente fue a Adeyemi, inconmensurable en toda la primera mitad.
El extremo alemán sacó a relucir todo el caudal de fútbol que atesora para sentenciar el duelo en la primera parte. Primero, para conectar un chutazo impresionante ante el que no pudo reaccionar, Schmeichel, desesperado al igual que su legendario padre en la grada, después de un balón botado desde el saque de esquina que cayó en sus pies tras no encontrar remate.
Más tarde, para ser objeto de un imprudente penalti por parte de Engels, que servía para que Guirassy empezara a colmar su insaciable voracidad; y, finalmente, para proyectar otro disparo desde la frontal, tras recoger un balón inocente de los escoceses, que ajustó al palo derecho para completar el 'hat trick', antes, siquiera, de que se hubieran cumplido los primeros 45 minutos.
Para su desgracia, no pudo ampliar la marca en el segundo tiempo. Nada más reanudarse, un mal gesto en el muslo derecho tras levantarse en un balón disputado le hizo abandonar lesionado, con el rostro visiblemente desencajado, el Signal Iduna Park.
Sin su principal figura durante la noche, fue su reemplazo, la joven promesa Julien Duranville, el que intentó dotarle de algo de acción a un choque cuyo ritmo decaía por momento por la contundencia del marcador.
Tras un tramo con poca actividad en el verde, Guirassy volvió a hacer gala de su instinto asesino con un doble recorte en el área y una definición de delantero puro para situar el sexto tanto en el luminoso, antes de marcharse también sustituido.
El Celtic, en el que debutó en el máximo torneo continental el lateral catalán Álex Valle, intentó maquillar su indecorosa actuación en Alemania, pero sus acercamientos, con un balón al poste de Idah incluido, no tuvieron recompensa y el Borussia se ensañó en su castigo con el séptimo tanto anotado por Nmecha.
Con este abrumador triunfo, el conjunto de Nuri Sahin se coloca líder provisional y ratifica sus credenciales para clasificarse de manera directa a los octavos de final de esta nueva Liga de Campeones, competición que retomará el próximo 22 de octubre, cuando se enfrente, en el Santiago Bernabéu, al equipo que precisamente le privó el pasado 1 de junio de levantar el título en Wembley: el Real Madrid.