Berlín.- La distracción del Bayern Múnich, con la cabeza puesta en la visita al estadio Santiago Bernabeu el próximo miércoles para dirimir la semifinal de la Liga de Campeones, le costó la derrota, ante el Stuttgart, una de las revelaciones del curso en Alemania, que con el triunfo, sellado con un gol del coreano Jeong Woo-Yeong en el tramo final, amenaza el segundo lugar del club bávaro.
Tenía más en juego el cuadro de Sebastian Hoeness que, tercero en la tabla, apunta ahora hacia el subcampeonato que tiene en la mano aún el cuadro de Thomas Tuchel, pero ahora con solo dos puntos de ventaja. El Stuttgart, además, dio un golpe de mano respecto al Leipzig, cuarto, que no pudo con el Hoffenheim y al que aleja ahora en cuatro puntos con dos partidos por jugar.
Pero es que el conjunto de Tuchel solo piensa en la Champions. Es la única posibilidad de éxito que tiene en lo que va de curso. Visita al Real Madrid en una final. Si gana en el Bernabeu aspirará el título.
Fue prudente en la puesta en escena de este ensayo general el técnico que dejó fuera del once a seis de los jugadores que son considerados como titulares el miércoles. Dejó fuera del choque a Thomas Muller, Leroy Sane, Konrad Laimer, Nouassair Mazraoui, Jamal Musiala y Leon Goretzka que tuvo que salir a los veinte minutos en el puesto del portugués Raphael Guerreiro que se marchó lesionado.
Incluso cuando quiso dar un acelerón al choque sacó al campo Tuchel a hombres secundarios como Bryan Zaragoza o Noussair Mazraoui pero fue el cuadro local el que se mostró más ambicioso, tenía más en juego.
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Así lo mostró desde el principio cuando arrinconó a su rival y tomó ventaja a la media hora. Leonidas Stegiou recibió un pase de Deniz Undav y, por alto, elevó el balón ante la salida de Neuer.
Andaba al despiste el conjunto bávaro que se salvó y se metió en el partido seis minutos después cuando Waldemar Anton dio un manotazo a Serge Gnabry que fue sancionado como penalti. No falló Harry Kane que marcó desde los once metros e igualó el partido.
Aún así, le faltaba convicción y motivación al Bayern que se pudo ir al descanso con el marcador en contra. Le salvó la falta de acierto de Deniz Undav que lanzó muy alto una clara ocasión.
Quedó en evidencia Eric Maxim Choupo-Moting que no se aprovechó del exceso de control de su rival sobre Kane. Quedó muchas veces solo, en buena posición, pero no marcó. En una le frustró el meta Alexander Nubel pero tuvo otra más clara, la más diáfana, al inicio de la segunda mitad, cuando encaró en solitario al meta del Stuttgart. Definió mal, tiró fuera.
Y en el tramo final, cuando el choque parecía abocado a la igualada llegó el mazazo para el Bayern Munich. En el 82, un centro de Silas al segundo palo, fue rematado a la red por el coreano Jeong Woo Yeong. Y en el añadido, con el cuadro de Tuchel aparentemente volcado para evitar la derrota, Silas batió por raso a Neuer tras recibir un pase de Serhou Guirassy.