Monterrey.- Los efectos de la crisis económica que viven los negocios y locatarios de la zona de Centrito Valle en San Pedro, desde hace poco más de dos meses por las obras de remodelación de vialidades, son peores que los provocó la pandemia del covid-19 por casi dos años, según denunciaron a ABC Noticias algunos de los afectados.
Durante un recorrido sobre las avenidas Río Tamazunchale y Río Misisipi, además de puntos circunvecinos, los dueños y encargados de distintos giros comerciales, señalaron que la estrategia de cerrar al mismo tiempo las calles principales del sector ha estrangulado sus ventas, amenaza su subsistencia, y en algunos casos los ha obligado a cerrar.
En la mayor parte de estas vialidades resulta imposible ingresar a través de un vehículo, pero incluso, hay puntos a los que no se puede entrar en bicicleta o que para llegar caminando hay que sortear entre las excavaciones, trabajadores de la construcción, maquinaria y falta de señalamientos para el flujo peatonal.
“Se arrancaron abriendo las cuatro calles principales que rodean toda la manzana de Centrito Valle, de tal modo que están afectando demasiado a muchos comercios a los cuales, incluso tuvimos que cerrar, yo tenía dos restaurantes, cerramos uno”, destacó don Beto Frías, propietario del restaurante Frank & Stein’s
Don Beto, quien es restaurantero en el Centrito Valle desde 1994, subrayó que los comerciantes de la zona no están en contra de la obra de la administración de Miguel Treviño.
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“Lo que no nos gusta, son las formas, le ha faltado al alcalde una empatía, ponerse en nuestros zapatos, para saber realmente que nos está afectando como comerciantes, está cerrando fuentes de trabajo, está haciendo que bajemos las cortinas los negocios (…) No hay negocio que te aguante más de dos meses (…) Es más un negocio abierto, con las rentas que pagamos tan altas, no aguantas ni tres o cuatro días o una semana abierto cuando no tienes ventas”, acotó
Por otro lado, Jessica Garza, quien dirige el estudio “Lucky Body Piercing”, comentó que los cierres viales han minado su clientela e ingresos por encima del 80 por ciento, lo que compromete la economía de al menos 10 familias que dependen de sus ventas.
“Yo lo siento peor, porque en la pandemia la joyería podía estar abierta en ciertos horarios y teníamos acceso (…) ahorita podemos tener abierto, pero no tenemos acceso. Encima de eso el otro día, quitaron un poste, nos cortaron el internet y el teléfono sin avisar, entonces estuvimos medio día sin comunicación y sin acceso”, demandó la empresaria.
Para algunos locatarios, en apenas dos meses la situación se ha vuelto insostenible, por lo que han tenido que ajustar sus egresos, señalando que la remodelación ha dejado a varias personas sin trabajo.
“Una de las medidas que hemos tomado es ir desocupando personal, hemos hablado con ellos y lo sentimos mucho. Pero llega un momento en el que las nóminas ya no dan”, acotó Carla Muñoz, encargada del restaurante “Tacos del Valle”.
Los trabajadores del sector, como Miguel Mireles, denunciaron que los espacios de estacionamiento que provee el municipio para ellos y su clientela son insuficientes, por lo que incluso tienen que desembolsar recursos extras para poder llegar a su lugar de trabajo.
“Nos habilitaron tres estacionamientos (…) no encuentro lugar, tengo que venirme a estacionar a un privado y tengo que pagar por venir a trabajar”, reprochó el empleado de un negocio de interiorismo.
Por su parte, el regidor Eduardo Aguilar dijo a ABC Noticias que las obras que iniciaron el pasado 7 de noviembre, presentan apenas un avance promedio del 10 por ciento y se prevé que concluya en diciembre de 2023.
“El objetivo es terminar (la obra) en un año (…) el objetivo es abrir la vialidad lo antes posible, Tamazunchale fue la primera entonces sería la primera que se estaría abriendo a la circulación vial; el esquema de trabajo es que una vez que se pongan las instalaciones subterráneas y quede la vialidad y los pavimentos ya abrir la circulación”, dijo Eduardo Aguilar.
Los comerciantes piden a la comunidad acudir a sus negocios y consumir sus productos, en tanto que a las autoridades les exigen que los trabajos se agilicen, e incluso de ser posible, se trabaje las 24 horas, para acortar los efectos colaterales negativos que tendrán que sortear en este 2023.
“Entendemos que la obra es algo larga (…) pero a lo mejor podrían alargar más la obra sin afectar tanto a los comensales, no por querer hacerla super rápido quieren cerrar todo y ya el día de mañana no va a haber nadie aquí, porque va a llegar un momento en que este puede quebrar”.