Monterrey.- Debería ser un paraje natural emblemático y turístico, pero lo que destacan son los cerros de basura que invaden su cauce, así como descargas sanitarias que han convertido al Pesquería en un río muerto, ante la inacción de las autoridades.
ABC Noticias realizó un recorrido por el tramo que conecta a Monterrey y Escobedo en la colonia La Alianza, donde hay al menos 18 grandes montículos de desperdicios que tiran camiones y carretoneros en forma clandestina.
La acumulación de residuos ha sido tal, que en un tramo solamente ha quedado un trecho de poco más de 10 metros para que pase el agua, lo que provocaría su desbordamiento con la llegada de algún huracán, ciclón o fuertes lluvias.
“Queman la basura y se viene toda la humareda, no podemos respirar, nos dan alergias. Hay vecinos que dan permiso para que entren los camiones y les cobran por tirar la basura”, dijo la vecina Gabriela García.
El plan de limpieza de autoridades de Escobedo y Monterrey se ha quedado en palabras, lamentan vecinos.
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Rodeados de basura, las familias deben soportar también la falta de agua potable, de energía eléctrica y el fuerte olor que causan los criaderos de animales.
Y es que, además de dedicarse a la pepena, algunos habitantes han improvisado “granjitas” con criaderos de cerdos, caballos, vacas, cabras, borregos y aves de corral que venden sin ningún control sanitario.
“Un marranillo para el ataúd anda en unos 800 pesos, antes nada más había unas tres granjas y ya ha de haber más de siete”, expuso el criador Amado Quiroz.