Luis Donaldo Colosio acusa que AMLO está politizando el asesinato de su padre

Ayer, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, dijo no tener potestad para indultar a Mario Aburto Martínez, asesino de Luis Donaldo Colosio.

Créditos: Especial
Por
Escrito en LOCAL el

Monterrey.- Luis Donaldo Colosio, alcalde de Monterrey, señaló que el presidente Andrés Manuel López Obrador está haciendo político el asesinato de su padre Luis Donaldo Colosio Murrieta.

 

En atención a medios de comunicación, al finalizar la segunda sesión ordinaria de Cabildo del mes, detalló que si no lo quisiera hacer político, no tendría por qué hablarse en las mañaneras del presidente.

 

“Si no tuviera intención de hacer político el caso, entonces no tendría por qué mencionarlo en su mañanera, y simplemente permitir que la Fiscalía Especializada siga el curso de la investigación”, externó Colosio Riojas.  

 

Indicó que a México le urge una fase de reconciliación, y exige justicia pero no por lo que ocurrió hace 30 años, sino para que en la actualidad no vuelvan a suceder este tipo de crímenes. 

''En este país tenemos una urgente necesidad de entrar a una crítica fase de reconstrucción de reconciliación, la primera parte de esa reconciliación debe ser el perdón. Hoy lo que queremos es justicia. Yo no estoy pidiendo justicia por algo que sucedió hace 30 años, yo lo que quiero es que el día de hoy no se cometan ese tipo de injusticias que no se politicen este tipo de casos para distraernos y que la atención del público esté en otros temas'', dijo.

El lunes 29 de enero, Colosio consideró que la justicia mexicana quedó a deber en su momento en la aclaración del asesinato de su padre, y pidió el indulto para el único acusado por el caso, Mario Aburto.

Lo anterior, fue debido a que la Fiscalía General de la República (FGR) pretendía revivir el caso en año electoral, al solicitar la orden de aprehensión por el delito de homicidio contra Jorge Antonio Sánchez Ortega, agente del Cisen que estuvo asignado a la seguridad del candidato y al que considera como el segundo tirador.

El próximo 23 de marzo de 2024, se cumplirán 30 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, en la colonia Lomas Taurinas, Tijuana, Baja California.

¿Qué le pasó a Luis Donaldo Colosio en Tijuana?

El próximo 23 de marzo de 2024 se cumplirán 30 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, en la colonia Lomas Taurinas, Tijuana, Baja California.

En el último evento de su campaña en el año de 1994, Colosio Murrieta, candidato presidencial por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), terminó su discurso, bajó del podio y se dirigió a su vehículo entre una aglomeración de más de 4 mil personas. 

Conforme Colosio Murrieta avanzaba hacia su vehículo con el fuerte el ruido de la música de “La Culebra”, fue rodeado por los pobladores del lugar y, poco a poco, se separó de su equipo de seguridad personal. Lo siguiente fue que un revólver apuntó y disparó a su cabeza. 

Aunque el abanderado del tricolor fue trasladado a un hospital, se declaró su muerte a las 18:55, de ese día, (20:35 horas, tiempo del Pacífico) y el PRI se había quedado sin candidato a la Presidencia.

Mario Aburto Martínez, quien en ese entonces tenía 23 años fue detenido instantes después de las detonaciones que hirieron fatalmente a Colosio y le arrebataron la vida.  Meses después, en noviembre de 1994, un juez le dictó sentencia de 42 años de prisión en el penal de Almoloya de Juárez.

En octubre de 2004, la sentencia de Aburto aumentó a 48 años de cárcel; sin embargo, ésta se redujo a 45 años después de que sus abogados tramitaron varios amparos.

En 2022, el caso Colosio fue reabierto por instrucciones de la Fiscalía General de la República (FGR), que a través de fiscales y policías ministeriales, evidenció que el expediente de Aburto mostraba irregularidades y contradicciones.

Después de casi 30 años, la Fiscalía General de la República (FGR) pretende revivir el Caso Colosio, al solicitar la orden de aprehensión por el delito de homicidio contra Jorge Antonio Sánchez Ortega, agente del Cisen que estuvo asignado a la seguridad del candidato y al que considera como el segundo tirador.