Ciudad de México.- Cuando el expresidente estadounidense Bill Clinton aceptó prestarle a la Administración mexicana de Ernesto Zedillo 10 billones de dólares, que fueron devueltos tres años antes de lo pactado, el mandatario norteamericano aprendió algo: que la mejor calificación para un líder se mide en a cuántas personas ayudó.
Y aunque dicho préstamo resultó polémico en el Congreso estadounidense, Clinton estaba dispuesto a proteger las monedas de los países vecinos por el bien común, y hasta la fecha considera que fue su mejor decisión.
“México sólo pidió prestados como 10 billones de dólares porque en pocas semanas todo se estabilizó. Después Zedillo pagó ese préstamo tres años antes de lo previsto, con 700 mil dólares de intereses, que es mucho menos de lo que hubiéramos pensado.
"Realmente fue una de las mejores decisiones que yo tomé”, dijo el cuadragésimo segundo presidente de los Estados Unidos frente a becarios de la Fundación Telmex-Telcel.
Vestido con un traje y corbata azul marino, con su brazo izquierdo temblándole, el político de 78 años sostuvo que el conseguir aliados a través de objetivos en común fue una de sus estrategias más útiles cuando estuvo al frente de de su país.
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“La calificación que más importa es: '¿las personas están mejor que cuando empezaste?'. Aprendí que, si aceptamos una posición de liderazgo, tendremos que estar preparados para una situación como esta. Sabemos que hay un riesgo, pero lo importante es si va a ayudar o no”, agregó.
Y es que a Clinton le preocupaba que, si no apoyaba a México, se hubiera disparado la llegada de indocumentados y el narcotráfico, además se hubieran generado resentimientos con Latinoamérica.
“¿Qué harías si, dentro de un año, llegara otro millón de indocumentados, si tienes más drogas cruzando la frontera y todos tus vecinos dicen ‘hey, América’, porque piensan que somos egoístas y cortos de vista y no ayudamos a nuestros amigos. Estoy orgulloso de México y del presidente Zedillo”, comentó el exmandatario norteamericano.
El discurso de Clinton tuvo lugar la mañana de este viernes en el Auditorio Nacional, frente a 10 mil becarios de la fundación Telmex-Telcel, en el marco del encuentro anual México Siglo XXI.