Tamaulipas.- El Gobierno de Tamaulipas presentó su propuesta de presupuesto para el 2025, con un enfoque centrado en el bienestar social y el manejo financiero responsable.
El paquete económico, anunciado por la secretaria de Finanzas, Adriana Lozano Rodríguez, será de 77,363 millones 520,638 pesos, con un incremento modesto de 1.42% respecto al presupuesto de este año.
Lozano Rodríguez destacó que, en cumplimiento con el compromiso del gobernador Américo Villarreal Anaya, no se crearán nuevos impuestos ni se aumentará la carga fiscal para los ciudadanos tamaulipecos.
"Este presupuesto está diseñado con un enfoque de humanismo, amor y compromiso hacia la sociedad tamaulipeca", expresó la funcionaria durante su comparecencia ante las Comisiones Unidas de Finanzas, Planeación, Presupuesto y Deuda Pública del Congreso del Estado.
El presupuesto para 2025 contempla ingresos por 10,611 millones de pesos provenientes de fuentes propias del estado y 66,752 millones de pesos en ingresos federales, con ello, se estima que el Gobierno de Tamaulipas contará con un total de 77,363 millones 520,638 pesos, los cuales estarán destinados a seguir impulsando proyectos sociales y de infraestructura.
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Un aspecto fundamental en la presentación del presupuesto fue la mención del manejo financiero que ha caracterizado al Gobierno de Tamaulipas.
Lozano Rodríguez enfatizó que, gracias a este enfoque, el estado ha obtenido calificaciones crediticias sobresalientes y ha logrado una reestructuración favorable de su deuda pública, lo que ha permitido al estado acceder a mejores tasas de interés y atraer inversiones privadas.
La funcionaria agregó que, con esta presentación, el Gobierno de Tamaulipas cumple no solo con los plazos legales establecidos para la presentación del presupuesto, sino también con un compromiso con la eficiencia y la transparencia.
"Este es un presupuesto responsable que busca entregar buenos resultados para el pueblo tamaulipeco", concluyó Lozano Rodríguez.
El paquete económico 2025 refleja, según las autoridades, un presupuesto ajustado a las necesidades de la sociedad, con énfasis en las áreas prioritarias como salud, educación e infraestructura, sin recurrir a aumentos fiscales.