Auckland.- El Mundial Femenil Australia y Nueva Zelanda 2023 arrancó la madrugada de este jueves, con victorias por la mínima de las anfitrionas, en la doble cartelera por la inauguración.
La selección neozelandesa sorprendió con una victoria por 1-0 contra Noruega, para poner el futbol en primer plano por delante de los actos violentos que ocurrieron horas antes del inicio del torneo.
El cuadro local, arropado por más de 40 mil espectadores, puso el balón en movimiento en la ciudad de Auckland ante un combinado nórdico que no estuvo en su mejor día, pero se quedó cerca de arruinar la fiesta.
La anotación de Nueva Zelanda llegó en el inicio de la segunda mitad. Al 47’ Hannah Wilkinson conectó un certero remate tras un pase de Jacqui Had por la banda derecha; una jugada de dos toques tras un saque de meta fue suficiente para que el juego directo de las anfitrionas abriera la cuota de goles en la Copa del Mundo.
Noruega lo intentó hasta el final. El larguero se topó con Engen en el 85, tras un disparo potente desde fuera del área que pudo suponer el empate en el marcador, después de unos minutos en los que se aproximaron a la portería de Nueva Zelanda con más determinación.
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La tecnología se hizo presente y con una nueva regla. Al minuto 87 la árbitra Yoshimi Yamashita revisó el VAR y por megafonía comunicó que su decisión era señalar un penal por mano dentro del área.
No obstante, Nueva Zelanda desperdició la oportunidad de sentenciar el partido, luego que Percival mandó el balón al larguero.
Antes del inicio del partido se guardó un minuto de silencio por los tiroteos acontecidos en la ciudad a pocas horas del arranque del campeonato, que dejaron un saldo de tres muertos y varios heridos de gravedad.
En el segundo encuentro de la madrugada (en México), Australia si pudo aprovechar su disparo desde los once pasos, para poner cifras definitivas de 1-0 con un gol de Steph Catley.
Frente a casi 76 mil espectadores en el Accor Stadium -el récord de asistencia en el país- “las matildas” se sobrepusieron a la ausencia de su estrella Sam Kerr, para reafirmar su condición de favoritas ante una inexperta selección de la República de Irlanda.