Estados Unidos.- Los números que se usan en los jerseys de diferentes deportes suelen estar asociados a posiciones (en futbol) o con aspectos personales de los deportistas, pero en el futbol americano ahora podrían relacionarse con la percepción física que se quiera dar a los aficionados.
Un estudio publicado por PLOS ONE revelaría que llevar dorsales entre el 10 y el 19 causan un impacto diferente a portar entre el 80 y el 89, debido a que los primeros hacen parecer a los jugadores más delgados.
La investigación de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) se propuso dar una respuesta científica a un reportaje emitido en 2019 por ESPN, sobre que los jugadores que ocupaban la posición de receptores abiertos preferían usar los números mencionados.
El reportaje señalaba que muchos jugadores creían que los números más bajos les hacían parecer más rápidos y delgados que los más altos tradicionalmente asignados a su posición.
Una teoría que habría sido confirmada por la investigación dirigida por la psicóloga y neurocientífico Ladan Shams de la UCLA, quien sugiere que las asociaciones estadísticas aprendidas previamente entre números y tamaños influyen en la percepción del cuerpo.
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“En nuestra vida cotidiana, los números escritos en los objetos -en una bolsa de azúcar en el supermercado o en unas pesas en el gimnasio- suelen representar la magnitud de los objetos. Cuanto mayor es el número, más grande o masivo suele ser el objeto", explicó Shams.
Se realizaron experimentos, en los que los voluntarios dijeron que las imágenes de jugadores con camisetas del 10 al 19 parecían más delgadas que las numeradas del 80 al 89, incluso cuando los tamaños del cuerpo eran los mismos.
Años atrás la NFL tenía una regla en la que obligaba a que los receptores abiertos (los más pequeños sobre el campo) usaran los números altos, pero eta fue desechada en 2004, permitiendo a los jugadores elegir a voluntad.
El equipo de Shams empezó a trabajar en su estudio durante la pandemia y el primer experimento se hizo en línea. A los participantes se les mostraron imágenes generadas por ordenador de jugadores en poses idénticas, pero con diferentes tamaños corporales, colores de piel y camiseta, y se les pidió que juzgaran su delgadez.
Los sujetos vieron a cada jugador dos veces, una con camisetas con números altos y otra bajos.
La segunda prueba, ya en persona, fue similar, pero el equipo consideró que como el 8 es más ancho que el 1, el simple hecho de que los números del 80 al 89 ocuparan más espacio en la camiseta pudiera hacer que los jugadores parecieran más grandes.
Así que eligieron combinaciones de números que utilizaban los mismos números pero variaban solo en qué dígito iba primero: 17 y 71, 18 y 81, 19 y 91.
Sin embargo, los participantes siguieron percibiendo que los jugadores con números más altos eran más corpulentos, aunque el efecto fue algo menor que en la primera prueba.