Estados Unidos.- Este jueves se dio a conocer que el quarterback de los Cincinnati Bengals, Joe Burrow, se convirtió en el jugador mejor pagado de la historia de la National Football League (NFL).
El joven pasador de 26 años, que es una de las figuras a seguir en la temporada 2023, firmó una extensión de contrato con su equipo, por cinco años y 275 millones de dólares, es decir, ganará 55 millones anualmente.
La cifra supera a los 52.5 millones con los que Justin Herbert, el mariscal de campo de Los Angeles Chargers, se había convertido en el mejor pagado de la historia de este deporte, apenas unos meses atrás.
El jugador nacido en Iowa fue seleccionado como el primer pick global del Draft de 2020 por Cincinnati y gracias a su nuevo acuerdo -que extiende los dos años que le restaban a su contrato- se mantendrá en el equipo hasta el final de la temporada 2029.
En su campaña de debut deslumbró con sus actuaciones que lo tenían en la cima de las votaciones para ser designado Mejor Novato del 2020, pero una lesión en la rodilla en la semana 11 ante Washington le impidió terminar la temporada.
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Burrow se rompió el ligamento cruzado anterior, el ligamento medial colateral y tuvo problemas estructurales en su rodilla izquierda, lo que provocó preocupación en los Bengals por el futuro de su joven promesa.
El pesimismo se esfumó con la espectacular temporada 2021 que tejió el ganador del trofeo Heisman en el fútbol colegial con los LSU Tigers en el 2019.
Joe llevó a los Bengals a romper con una sequía de 32 años sin ganar un título de la Conferencia Americana y sin jugar un Super Bowl, aunque en éste cayeron ante Los Angeles Rams.
El año pasado Burrow volvió a liderar a su equipo a la final de la Conferencia Americana, que perdió contra los Kansas City Chiefs. En tres años en la NFL Joe Burrow acumula 11 mil 774 yardas; suma 82 anotaciones y 31 intercepciones.