Monterrey.- Pasaron cinco partidos, tres años y la irrupción de un canterano maravilla para que Rayados volviera a ganar en Clásico Regio en el 'Gigante de Acero', conquistando la edición 139 con marcador de 4-2, liderado por la magia del chico de oro: Iker Fimbres.
El jugador sensación en la temporada de Monterrey fue la figura del derbi, con dos goles en su primer clásico oficial, redondeando su actuación con la ovación del estadio que se le brindó cuando fue sustituido, en un partido que comenzó caliente y acabó encendido por el apoyo de la afición albiazul, que esta noche se rindió a los pies de un nuevo ídolo.
De esta forma, Rayados mantiene su hegemonía ante Tigres en lo que va del año, con 3 victorias y 2 empates. Además, reconquista su propio templo, donde no vencía a su rival desde el Apertura 2021.
Fimbres inició su show con el 1-0 en el minuto 5 del partido, aprovechando el rebote del travesaño en un disparo de Germán Berterame y lo cerró con un poema futbolístico en el 65’, venciendo la estirada de Nahuel Guzmán con un derechazo lejano que se incrustó en el ángulo superior de la portería del argentino, quien regresó al estadio meses después de su incidente con el láser.
Por una noche la afición de Monterrey recordó los viejos tiempos en el Estadio Tecnológico, a una década del último clásico que se jugó en la extinta cancha, con un ambiente colorido que arrancó con el tradicional recibimiento y cerro con un espectáculo de las luces de los teléfonos albiazules, mezclando la historia con la actualidad.
Te podría interesar
El equipo respondió en el campo, llegando a ponerse 3-0 arriba con una obra de arte de Sergio Canales, quien anotó de tiro libre su quinto gol del torneo y tercero a Tigres en su carrera.
Mientras que Lucas Ocampos puso el tercero en el marcador con un penal que el mismo provocó. Sin embargo, la algarabía local se extinguió con un balde de agua fría de dos goles auriazules consecutivos.
Pizarro anotó el primero cerrando la pinza a segundo poste y Gignac le metió emoción con el 3-2 antes del descanso, con un penal por mano de Fidel Ambriz, en una de las últimas jugadas del primer tiempo.
Tigres comenzó agresivo la segunda mitad y rozó el empate con disparos de su goleador histórico y un tiro de Diego Lainez que Esteban Andrada atajó in extremis.
Con el partido en su punto más álgido apareció Fimbres para silenciar a la afición visitante, desatando nuevamente la euforia en el 'Gigante de Acero', misma que se mantuvo hasta el silbatazo final.
La victoria permite a los albiazules mantenerse en el cuarto lugar de la tabla con 24 puntos, mismos que Tigres en el tercer puesto, pero Rayados tiene un partido más.
De esta forma, Monterrey pone fin a dos rachas negativas, acabando con tres partidos sin victoria en liga y volviendo a ganar un clásico en casa, en un partido que más haya de los colores, reflejó la pasión que los regiomontanos tienen por sus equipos.