Italia.- Después de tres jornadas desastrosas, de desconfianza en el nuevo proyecto y de recelo sobre la actitud de dos estrellas como Leao y Theo, el Milan se reivindicó como equipo ante un recién ascendido Venecia (4-0) que pagó los platos rotos en forma de goleada, de exhibición intratable del combinado 'rossonero', de nuevo en la senda de la victoria a las puertas de la 'Champions', justo a tiempo.
Una tromba de fútbol fueron los del luso Paulo Fonseca para marcar cuatro goles en 29 minutos, para demostrar al fútbol italiano que el Milan sigue ahí, que no es un proyecto en el limbo y que puede dar guerra. El técnico, en duda hasta el momento, salva los muebles justo antes del duelo ante el Liverpool de Liga de Campeones.
Y qué mejor manera para iniciar esa goleada, para descorchar la botella de los goles, que una jugada entre Leao y Theo, una de esas que recordó al Milan del 'Scudetto' 2022 con aquella banda izquierda imparable. Un control de Leao con el que se giró, un tacón del extremo luso que permitió a Theo entrar en área en velocidad y fusilar a Joronen, poco acertado en la parada. Así llegó el primer tanto. En el minuto 2.
San Siro empezó a respirar de alivio porque vio cómo su equipo era radicalmente diferente al de las otras tres jornadas, por primera vez claramente superior a su rival. Ni ante el Torino ni ante el Parma ni ante el Lazio sucedió. Pero la realidad es que lo que vio la afición en los primeros compases no fue un espejismo.
Porque en el minuto 16 llegó el tanto que en un principio pareció ser de Gabbia, pero que acabó siendo otorgado a Fofana. Centró Pulisic desde el saque de esquina y encontró en el centrocampista galo a su socio perfecto para poner el 2-0.
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No tardó en llegar el tercero y el cuarto. Ambos desde los once metros. El primero de los penaltis lo convirtió Pulisic en el minuto 25; el segundo, Abraham, en el 29', trasformando un penal que él mismo había provocado, arrollado por el meta del Venecia en el corazón del área pequeña, con un balón suelto en las mediaciones. Imitó el lanzamiento que hacía solo 4 minutos su compañero estadounidense había efectuado y marcó su primer gol como milanista.
Con el partido controlado en la primera media hora de duelo, el Milan bajó el ritmo, domó la posesión y controló desde entonces a un Venecia muerto. No fue el día de los de la Laguna, que consiguieron marcar, pero el VAR se lo anuló por una falta de Caviglia que, encima, le costó su segunda tarjeta amarilla. Sin opciones, los recién ascendidos intentaron no sufrir una hemorragia aún mayor cuando los 'rossoneri empezaron el carrusel de cambios.
Volvió a jugar Morata, lesionado los dos últimos partidos de Serie A y de Liga de Naciones por un problema en el cuádriceps izquierdo, para conseguir recuperar ritmo y poder ser titular en una semana clave para el milanismo. Primero el Liverpool en Liga de Campeones; después el Inter en San Siro, con el recuerdo todavía dañino del título que conquistó su máximo rival en el 'Derbi'.
El Milan ha despertado justo a tiempo. Quiere seguir así en 'Champions' ante un Liverpool mermado por la derrota ante el Nottingham Forest. Y quiere venganza contra el Inter.