Monterrey.- La vida de Pilar Rubio se ha dividido entre los viajes a Monterrey y los días en Madrid, pero hay algo que no cambia: su admiración por Sergio Ramos, hoy jugador de Rayados de Monterrey. Para la presentadora, el defensa español no solo brilla en la cancha, sino también fuera de ella.
En entrevista con ABC.es, Pilar describió con ternura y orgullo el lado más humano de su pareja. “Nos conocemos muy bien. Tiene una parte muy sensible y creativa que poca gente ve. Desde que le conozco toca la guitarra, compone, pinta… Es como el Da Vinci del siglo XXI”, confesó entre risas. “El único defecto que tiene es que es demasiado perfecto”.
La distancia entre ambos, con Ramos instalado en Monterrey y ella continuando con sus proyectos en España, no ha sido un obstáculo. “Nos vemos mucho, viajo constantemente. No veo nada malo en que trabaje en otro país, todo suma. Abrirse a otras culturas es enriquecedor y a mí me encanta la comida mexicana”, expresó.
Rubio, quien siempre ha defendido el valor de los detalles, guarda con cariño las cartas que el futbolista le ha escrito a lo largo de los años. “Ese es el mayor tesoro que tengo. Me encantan los gestos sinceros, los detalles que se quedan en la memoria. Con el tiempo aprendes que lo importante es aprovechar el tiempo y disfrutar de lo que realmente importa”.
A sus 47 años, la presentadora vive una etapa de plenitud y madurez emocional. “Con los años aprendes a relativizar y disfrutar más. Con 20 tenía muchas inseguridades; ahora sé lo que quiero y cómo gestionarlo. Me siento más segura que nunca”, aseguró.
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Junto a Ramos y sus cuatro hijos —Sergio Jr., Marco, Alejandro y Máximo Adriano—, Pilar ha encontrado un equilibrio entre la calma, el amor y la rutina familiar. “Quien diga que he tenido tantos hijos buscando la niña miente. Me daba igual el sexo. Si tuviera una niña ahora no sabría cómo gestionarlo”, bromeó.
Entre noches de yoga con sus pequeños y fines de semana madrugando para verlos jugar al futbol, Pilar confiesa que las pequeñas cosas son las que realmente valen la pena. Mientras Sergio Ramos deslumbra con Rayados, ella conserva en cada carta y cada viaje el mismo amor que los unió hace más de una década.