México.- Víctor Rabanales alcanzó la gloria en 1992 al convertirse en campeón mundial de peso gallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) tras vencer al japonés Joichiro Tatsuyoshi. Sin embargo, lejos de consolidar su éxito, su historia dio un giro trágico al perder toda su fortuna debido a una estafa que lo llevó de los cuadriláteros a trabajar como limpiaparabrisas y cargador de frutas en un mercado de Texcoco.
El excampeón es recordado no solo por su talento en el boxeo, sino también por su insólita intención de comprar una parte del Popocatépetl, el volcán más emblemático de México. Su ambición fue aprovechada por estafadores que le hicieron creer que podía adquirir una porción del coloso por 30 mil dólares, con la promesa de construir un gimnasio y una granja de conejos en la zona.
Rabanales fue llevado al pie del volcán para “cerrar el trato” y firmó documentos que no tenían validez legal. Cuando se dio cuenta del engaño, ya era demasiado tarde: había perdido todo su dinero. En un intento desesperado por sobrevivir, vendió su cinturón de campeón del CMB, cuyo valor real rondaba los 15 mil dólares, por tan solo 5 mil, una fracción mínima de su precio. Además, se vio obligado a deshacerse de propiedades, incluyendo departamentos y una casa en Texcoco.
La historia de Rabanales es un claro ejemplo de la vulnerabilidad de muchos deportistas, quienes, sin una adecuada educación financiera, pueden caer en engaños y terminar en la ruina. De ganar millones y estar en la cima del boxeo, pasó a trabajar en las calles, limpiando vidrios en la calle y cargando cajas en un mercado para subsistir.
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Este caso evidencia la falta de apoyo que muchos exatletas enfrentan al retirarse. Es crucial que las federaciones deportivas implementen programas de educación financiera y asesoramiento en inversiones para evitar que más deportistas terminen en situaciones similares. La gloria es efímera si no se protege el futuro.