Italia.- El mexicano Isaac del Toro sufrió en la penúltima etapa del Giro de Italia y perdió la maglia rosa en el Colle della Finestre a manos de Simon Yates. El ciclista británico del Team Visma tiene 3: 56 minutos de ventaja sobre el mexicano de cara a la última etapa el Giro.
El UAE Team Emirates no supo guiar al mexicano y la estrategia falló en el punto más intenso de la Etapa 20. Ahora, el mexicano deberá pedalear con fuerza en la última etapa en Roma para tratar de remontar la desventaja.
La audacia de Yates en Le Finestre: donde el destino cobró revancha
Para Yates, Le Finestre no era un puerto cualquiera; fue el lugar donde en 2018 sufrió el golpe más duro de su carrera, perdiendo el Giro tras haber tenido una ventaja considerable. A sus 32 años, encontró la gloria más inesperada. Atacando con una determinación feroz en el muro de Le Finestre, el ganador de la Vuelta a España 2018 comenzó a abrir diferencias. Fue una exhibición de poder que dejó atrás al dúo Del Toro-Carapaz, que poco pudieron hacer ante la ofensiva del británico.
El golpe decisivo y un podio inolvidable
El impacto del ataque de Yates fue inmenso. Logró sacar a sus rivales más de 5 minutos en la cima de Sestriere, sentenciando virtualmente la clasificación general. Este domingo, Yates celebrará la 'maglia' rosa, con Isaac del Toro en un impresionante segundo lugar, a 3:56, y Richard Carapaz completando el podio a 4:43. Destacable también la presencia de los colombianos Egan Bernal y Einer Rubio en el top 10, séptimo y octavo respectivamente.
La batalla en la montaña: tensión y sacrificio
La jornada definitiva, con el temido Colle de la Finestre como Cima Coppi, comenzó con una numerosa escapada que no lograría su cometido. Los favoritos, incluidos Del Toro y Carapaz, se mantuvieron a la expectativa, guardando energías para el ascenso crucial.
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La tensión se palpaba en el pelotón, que superó dos puertos previos antes de llegar a la base de Le Finestre. Fue allí, en esa icónica subida de 18,4 km con tramos del 14% y 8 km de grava, donde Yates lanzó su asalto final, reescribiendo la historia del Giro. Su determinación, apoyada incluso por Wout van Aert en el descenso hacia Sestriere, lo llevó a la victoria final, una hazaña que quedará grabada en la memoria del ciclismo.
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