Roma, Italia.- Isaac del Toro firmó una actuación histórica en el Giro de Italia 2025, pero la posibilidad de remontar en la última etapa quedó sepultada por una de las tradiciones más férreas del ciclismo profesional.
En el Giro de Italia, no atacar al líder de la general en la jornada final, ha sido una costumbre muy respetada, pues la vuelta en Roma es más de celebración y no de competencia. Aunque matemáticamente era posible, culturalmente es una hazaña impensable.
El “paseo de campeones” en Roma
Desde hace décadas, el Giro de Italia, al igual que el Tour de Francia, ha convertido su última etapa en una celebración. La jornada 21, que este año culminó en Roma, es conocida como el “paseo de los campeones”.
El pelotón circula de forma relajada, se brindan copas de prosecco, se toman fotografías… y se respeta a quien porta la maglia rosa, como reconocimiento tácito a su liderazgo durante tres semanas.
Por eso, tras perder el liderato en la etapa 20 frente a Simon Yates, Del Toro quedó sin posibilidad real de disputar el título, más allá de lo numérico.
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¿Por qué no se ataca?
Aunque no existe una regla oficial, son tres los factores que refuerzan esta tradición:
- Terreno llano y urbano: la ruta en Roma no favorece las escapadas; el pelotón tiende a neutralizar cualquier intento de ataque por su ventaja aerodinámica.
- Control de equipo: el líder está protegido por su escuadra, que marca el ritmo y bloquea rivales.
- Código ético del pelotón: romper la tradición sería visto como una falta de respeto y puede tener consecuencias sociales dentro del ciclismo profesional.
Un subcampeonato que vale oro
Pese a no coronarse, Del Toro logró hitos sin precedentes: portó la maglia rosa durante 11 etapas, fue el primer mexicano en liderar una gran vuelta por tanto tiempo y cerró como el mejor joven del evento. Su segundo lugar en la general escribe una página brillante para el ciclismo latinoamericano y proyecta su nombre como futuro campeón.