Los Ángeles.- Después de 22 meses de ausencia como lanzador, Shohei Ohtani volvió a subirse al montículo este lunes con los Dodgers de Los Ángeles en el juego frente a los Padres de San Diego.
Fue su primera actuación como pitcher desde que se sometiera a una cirugía en el codo en 2023, y también su debut como abridor con la franela angelina. Ohtani lanzó una entrada completa en la que permitió una carrera y dos hits.
Su primer pitcheo fue una recta de 97.6 millas por hora ante Fernando Tatis Jr., quien eventualmente le conectó sencillo. En total, Shohei realizó 28 lanzamientos, 16 de ellos en zona de strike, y alcanzó hasta 100.2 mph en la pistola de radar.
Buen regreso pese al daño mínimo
Después de que Tatis Jr. se embasó, Luis Arráez conectó un hit que lo llevó a tercera y luego Manny Machado produjo con un elevado de sacrificio, lo que significó la única carrera en contra. A pesar de algunos lanzamientos descontrolados, el japonés mostró potencia, temple y variedad en su repertorio, destacando con rectas, sinkers y sweepers.
El inning terminó tras roletazos controlados por Gavin Sheets y Xander Bogaerts. Al salir del montículo, Ohtani no fue al dugout, sino que de inmediato se alistó para batear, fungiendo como primer bateador del lineup, gracias a la regla que le permite permanecer como bateador designado.
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El manager Dave Roberts había adelantado que Ohtani lanzaría solo una o dos entradas. La decisión de no enviarlo a rehabilitación en ligas menores fue parte de un acuerdo, ya que el japonés considera que preparar una sesión de bullpen es igual de exigente que lanzar en juego real.
Ohtani suma cinco temporadas en Grandes Ligas como lanzador, con una efectividad de 3.01 y más de 11 ponches por cada nueve entradas. Su regreso al pitcheo marca un nuevo capítulo en su leyenda como jugador de doble vía, ahora con los colores de los Dodgers.