Monterrey.- Heredero de una tradición futbolera por ser hijo de Roberto Medina, exjugador profesional y entrenador multicampeón con Tigres Femenil, Roberto Medina Jr. sorprendió al tomar un camino distinto y pasar de la redonda al ovoide.
En exclusiva para ABC Deportes, el joven deportista de San Pedro Garza García contó cómo combina su papel como mediocampista en el equipo de soccer del Tec de Monterrey con su nuevo reto como pateador en el futbol americano.
A raíz de una prueba espontánea, Roberto formó parte de los Borregos Salvajes en la ONEFA y ‘dobletea’ en ambos deportes.
Entre horarios de doble entrenamiento y clases universitarias, Medina vive una etapa donde trata de escribir su propia historia con casco y hombreras.
¿Cómo llega Roberto Medina, de herencia futbolera, al futbol americano?
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— Pues mira, toda la vida ha sido puro futbol, futbol, futbol. Tuve mi paso por las fuerzas básicas de Rayados, el futbol de mi colegio, y a los 16 años tomé la decisión de buscar otro camino. Me salí del fútbol profesional y me metí al futbol colegial de PrepaTec, y de ahí me dieron un seguimiento para terminar aquí en Borregos de futbol soccer.
¿Y cómo llega la oportunidad de ser pateador de Borregos?
— Pues vinieron los del equipo de americano a unas pruebas con soccer. Nos animamos varios a patear y fui el elegido.
¿Qué hizo la diferencia en esas pruebas?
— Le comenté a los coaches que tuve un semestre infantil de futbol americano en Avispones donde también fui pateador. Entonces, eso yo creo que dio un pasito por encima para ver las opciones mejor.
¿Cómo has vivido este doble rol entre Borregos Soccer y Borregos Americano?
— Pues es mucha friega, pero me he estado adaptando y también aquí me han ayudado mucho administrativamente y deportivamente. Y también con los fisios, tienen un gran equipo de trabajo aquí médicamente y pues la verdad es que me tienen muy bien cuidado.
Es difícil balancearlo, pero poco a poco me he adaptado y eso es algo que me tiene muy feliz.
¿Qué te dice tu papá sobre esta nueva etapa?
— Pues me dice que mientras yo esté feliz, él va a estar feliz por mí. Ese cariño y apoyo que siempre me ha tenido mi familia no lo cambio por nada.
— Además, aquí en Borregos me han recibido como una segunda familia, entonces estoy muy feliz.
¿Cómo es un día normal siendo atleta borrego en dos equipos?
— Pues mi día empieza aproximadamente a las 7:30 de la mañana en el gimnasio con el equipo de fútbol. Luego entrenamos en cancha como de 8:30 a 10.
Terminando me baño rápido y me voy a desayunar porque las clases empiezan a las 11. Tengo clases de 11 a 3 y luego terminando me vengo corriendo porque el entrenamiento de americano empieza a las 2:45. Así de 3 a 5 acabo y luego me paso un ratito a fisioterapia.
¿Qué tan diferente es un vestuario de soccer al de americano?
—Es una hermandad muy bonita en ambos deportes. Pero sí me sigo adaptando: algunos nombres aún me los aprendo porque son muchos.
¿Qué retos técnicos has tenido al patear un ovoide en vez de un balón redondo?
— Yo creo que el mayor reto ha sido la técnica de patear, porque son tres pasos. No es como en el soccer, donde la bola va en movimiento. Aquí la bola está fija y yo lo veo casi como un penal, que es algo que siempre he hecho.
Pero esto del gol de campo es nuevo. Con mis coaches y mi coach de pateadores me ayudan a perfeccionar la patada. Se patea casi como un tiro a gol, con el huesito del pie, para que salga lejos y con altura.
¿Cómo imaginas vivir tu primer Clásico Regio Estudiantil en futbol americano?
— Pues claro que lo espero con ansias. Yo creo que ahí es cuando se va a venir a dar a luz toda la preparación que llevo durante el semestre. Si me toca patear en un momento importante, voy a responder de la mejor manera. Para mí sería un reto más, pero lo vería como algo positivo dentro de los tres postes.
¿Qué diferencias encuentras entre un Clásico de soccer y uno de futbol americano?
— Híjole, pues sí es claro que el ambiente es muy diferente. En el americano lo he sentido un poco más tenso, la rivalidad se vive con mucha intensidad. Pero la verdad es que Borregos contra Tigres siempre va a estar ahí en todos los deportes. Yo tampoco dejo de lado el Clásico de soccer, que también es muy competido y fuerte.
¿Cómo te preparas mentalmente para la presión de un partido así?
— La clave es no adelantarse. Yo lo veo casi como un penal en soccer: la bola está fija, y depende de que hagas tu técnica como debe ser. Me concentro en cada paso, en el golpeo, en no confiarme y en repetir lo que practico todos los días. Con mis coaches de pateo me han ayudado mucho a perfeccionar la técnica para que cada intento salga lo más limpio posible.
¿Qué mensaje dejas a quienes te conocían como futbolista y ahora te ven en Borregos?
— Hasta para mis familiares es raro verme con casco y hombreras, pero siempre se aprecia mucho el apoyo. Ha habido muchas publicaciones positivas y eso se agradece. Yo siempre voy a responder dentro de los tres postes si Dios quiere.