Estados Unidos.- Luis Suárez rompió el silencio luego de protagonizar uno de los episodios más polémicos de la Final de la Leagues Cup entre Inter Miami y Seattle Sounders. El delantero uruguayo expresó su arrepentimiento y ofreció disculpas públicas por su comportamiento al término del encuentro, reconociendo que su reacción fue inapropiada y que había rebasado los límites del juego.
“Quiero pedir perdón por lo que pasó en la final. Fue un momento de tensión y frustración, pero no justifica mi reacción. Lamento lo sucedido y me disculpo con quienes se sintieron afectados”, señaló el atacante en un mensaje que buscó dar vuelta a la página tras el escándalo que opacó la coronación de su equipo en el torneo binacional.
La disculpa llega después de que, tras el pitazo final en el duelo disputado el pasado 31 de agosto, Suárez protagonizara un altercado con jugadores del Seattle Sounders. Primero sujetó al mediocampista Obed Vargas en un estrangulamiento leve, acción que desató una trifulca general. En medio del caos, el uruguayo escupió en dirección a Gene Ramírez, director de seguridad del club rival, alcanzándolo en la gorra y parte del rostro.
Las imágenes del incidente rápidamente se viralizaron en redes sociales y generaron una oleada de críticas de la prensa internacional. Varios analistas calificaron lo ocurrido como un acto antideportivo y lamentaron que un futbolista de la jerarquía de Suárez volviera a ser protagonista por un hecho extracancha. Incluso voces en Estados Unidos y Uruguay pidieron sanciones ejemplares.
De acuerdo con el reglamento de la Leagues Cup, un comportamiento de este tipo puede ser castigado con una suspensión que va de tres a seis partidos, dependiendo de la interpretación del comité disciplinario. Hasta ahora, la organización no ha emitido una resolución oficial, por lo que se espera que la disculpa del jugador sea tomada en cuenta como un gesto de arrepentimiento.
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No es la primera vez que Luis Suárez se ve envuelto en una polémica de gran magnitud. En 2011 fue sancionado con ocho partidos por un insulto racista a Patrice Evra durante un partido en Inglaterra, mientras que en 2014 protagonizó uno de los episodios más recordados de los mundiales al morder a Giorgio Chiellini en la Copa del Mundo de Brasil. En ambas ocasiones, el delantero terminó por reconocer su error y pedir disculpas públicas, lo que ayudó a mitigar en parte el impacto mediático.
Ahora, con este nuevo episodio en la Leagues Cup, el atacante vuelve a estar en el centro de la crítica, aunque su disculpa podría ser clave para reducir la presión y abrir la puerta a que el comité disciplinario valore no solo la falta cometida, sino también su disposición a asumir la responsabilidad. Con 38 años, Suárez vive la recta final de su carrera y, más allá de lo deportivo, este tipo de situaciones también influyen en el legado que dejará en el fútbol internacional.
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