San Nicolás de los Garza.- En una noche cargada de expectativa y presión, la afición de Tigres volvió a mostrar por qué es una de las más intensas del futbol mexicano. A pesar del 3-0 adverso en la Ida, miles de seguidores se dieron cita para acompañar al plantel previo al duelo decisivo de la Vuelta, donde los felinos están obligados a ganar por tres goles.
Desde temprano, grupos de aficionados se instalaron alrededor del estadio con banderas, tambores y bengalas. Conforme avanzó la noche, la atmósfera explotó en luz y sonido:
- Humo azul y amarillo
- Pirotecnia continua
- Banderas gigantes
- Un pasillo multitudinario al paso del autobús
La llegada del equipo provocó una explosión colectiva. Tambores, gritos y luces crearon un ambiente eléctrico que acompañó al vehículo en su ingreso.
Jugadores agradecen el apoyo en un momento crítico
Desde las ventanas del autobús, varios jugadores se asomaron para observar la escena.
Fernando Gorriarán levantó el brazo en señal de agradecimiento, gesto que desató aún más cánticos auriazules.
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La conexión entre plantel e hinchada se hizo evidente: ambos conscientes del reto, pero también del impulso emocional que genera un recibimiento así.
Un ritual en noches decisivas para impulsar la remontada
El recibimiento duró varios minutos mientras el autobús avanzaba lentamente entre la multitud.
La afición coreó canciones tradicionales, mostró mantas con mensajes de apoyo y convirtió la avenida en un auténtico túnel auriazul.
Para los seguidores, este tipo de recibimientos es un ritual en partidos clave: un impulso que fortalece la mentalidad del plantel antes de enfrentar un reto mayúsculo.
Tigres buscará reflejar el apoyo en la cancha
El mensaje de los aficionados fue claro: el equipo no está solo. Con la necesidad de remontar tres goles para seguir en la Liguilla, Tigres intentará llevar toda esa energía al terreno de juego para buscar una actuación que mantenga vivo el sueño del Apertura 2025.
