San Nicolás.- El regreso del número 7 a la cancha del Estadio Universitario no es solo un gesto simbólico, sino una decisión pensada para reconectar el presente de Tigres con su rica historia. Así lo explicó el presidente del club, Mauricio Culebro, quien destacó que la reactivación de este número icónico busca rendir homenaje a Gerónimo Barbadillo y transmitir su legado a los aficionados más jóvenes.
“Nosotros lo platicamos. Las nuevas generaciones tienen derecho a revivir esa historia. El hecho de que el número 7 esté vigente nos mostró que muchos jóvenes y niños no conocían a Barbadillo. Al ver el número en la cancha, se interesaron por saber quién fue. Pensamos en ellos, en seguir reviviendo esa historia tan magnífica. Es importante para nosotros que ese 7 siga viéndose los sábados en el estadio. Esa fue una de las razones por las cuales decidimos revivir el número.”
El directivo subrayó que este movimiento es parte de la identidad del club, una forma de mantener viva la memoria de quienes construyeron la historia de Tigres y al mismo tiempo proyectarla hacia el futuro.
“El número 7 es parte del ADN de este club”, insistió Culebro. “Cuando alguien lo porta, no solo representa a un equipo, sino a generaciones que crecieron con esos colores, con esos momentos históricos. Hoy queremos que ese sentimiento se mantenga vivo y que los niños sepan que, detrás de cada número, hay una historia que contar”.
La decisión ha generado una respuesta positiva entre la afición, especialmente por la llegada de Ángel Correa, quien será el encargado de portar el mítico dorsal. Para Tigres, esta elección no es casualidad: representa la continuidad de una tradición y el inicio de una nueva etapa con un jugador de proyección internacional que busca escribir su propio capítulo con el club.
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Además, Culebro destacó la importancia de que los símbolos de Tigres sigan visibles en el día a día, tanto en el campo como en la memoria de los hinchas:
“Queremos que la gente se sienta orgullosa de su equipo, que no solo vea un número, sino todo lo que significa. Cada sábado en el Volcán, cada partido, es una oportunidad de recordar que este club está construido sobre momentos, ídolos y una historia que merece ser contada.”
Con esta visión, Tigres reafirma su compromiso de honrar su pasado mientras construye un futuro que siga emocionando a su afición.