Mazatlán.- El empate 2-2 de Tigres frente a Mazatlán en la Jornada 6 del Apertura 2025 no solo dejó frustración por los puntos que se escaparon, también encendió las alarmas por el estado de salud de Joaquim Pereira. El defensor felino tuvo que abandonar el campo luego de un fuerte choque y fue sometido a protocolo de conmoción.
Al término del encuentro, Guido Pizarro, técnico de Tigres, confirmó que el jugador permanecerá bajo observación médica en Mazatlán durante al menos 24 horas, aunque destacó que lo más importante es que se encuentra estable.
“Está bien. Nos han pasado el reporte a todo el plantel. Trae conmoción y se va a quedar acá 24 horas, así que lo bueno es que está bien y ojalá se recupere lo antes posible”, señaló el estratega en conferencia de prensa.
El incidente se dio durante la primera mitad, cuando Pereira chocó en una acción desafortunada y quedó tendido en el césped. De inmediato fue atendido por los servicios médicos, que determinaron sacarlo del partido como medida de precaución. La escena preocupó a sus compañeros y a la afición, aunque posteriormente se supo que el zaguero estaba consciente y en condiciones de recibir atención especializada.
La conmoción cerebral es una lesión que se toma con máxima seriedad en el futbol, y en la Liga MX existe un protocolo específico para atender estos casos. Desde el Apertura 2021, el reglamento establece que los cuerpos médicos disponen de tres minutos para evaluar al jugador dentro del campo; si persisten dudas, el examen continúa fuera. Cuando se confirma la conmoción, el futbolista debe ser sometido a observación inmediata y seguimiento estricto.
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De acuerdo con este protocolo, los jugadores que presentan conmoción suelen ser monitoreados durante al menos una semana antes de recibir el alta competitiva, pues la prioridad es evitar secuelas. Si bien la primera fase contempla 24 a 48 horas de observación, la recomendación médica apunta a que el regreso a la cancha no debe realizarse antes de siete días, salvo que los estudios determinen lo contrario.
En ese sentido, la presencia de Pereira para el próximo duelo ante Santos Laguna en Torreón luce complicada, ya que su evolución estará sujeta a los reportes médicos posteriores y a las pruebas que deba superar antes de volver a entrenar con normalidad.
Mientras tanto, en el entorno felino la prioridad es la salud del defensor. El vestidor recibió con alivio el reporte de que está fuera de peligro, y tanto compañeros como cuerpo técnico le dedicaron mensajes de apoyo. Para Tigres, más allá del empate frente a Mazatlán, la noticia positiva fue que Joaquim se encuentra estable y en recuperación, aunque el tiempo de baja podría extenderse según lo marque el protocolo de la Liga MX.
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