Mazatlán.- Tigres dejó escapar la victoria en la recta final y terminó empatando 2-2 frente a Mazatlán en la Jornada 6 del Apertura 2025, un resultado que dejó sabor amargo en el vestidor auriazul. Guido Pizarro, técnico felino, reconoció que el duelo estaba en sus manos y que la falta de contundencia les terminó costando caro.
“Hoy dejamos ir dos puntos. Creo que prácticamente en el análisis era un partido ganable. Ellos se encuentran dos goles de la nada, pero sinceramente dejamos ir dos puntos”, expresó el entrenador tras el silbatazo final en el Estadio El Encanto.
El duelo se inclinó muy temprano a favor de los universitarios luego de la expulsión de Bryan Colula al minuto 4, que obligó a Mazatlán a jugar con un hombre menos prácticamente todo el partido. Sin embargo, Tigres no supo capitalizar la ventaja numérica, desperdició oportunidades claras y terminó concediendo el empate en los últimos minutos, a pesar de haber tenido control territorial y posesión.
El encuentro también estuvo marcado por la polémica arbitral, pues dos goles de Tigres fueron anulados por fuera de lugar tras revisiones en el VAR. Estas decisiones incrementaron la tensión en el banquillo auriazul y alimentaron la sensación de que el equipo dejó escapar un triunfo que parecía encaminado.
La frustración se acentúa al considerar que los auriazules apenas han sumado 13 puntos en calidad de visitante en lo que va del 2025 —contando Clausura y Apertura—, una estadística que los mantiene lejos de los primeros puestos. Con este empate, incluso podrían caer hasta la sexta posición de la tabla, dependiendo de otros resultados de la jornada.
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En medio de la bronca por el empate, Pizarro también subrayó la importancia de voltear la página tras la participación en la Leagues Cup y centrar todos los esfuerzos en la Liga MX. “Ya pasó, nosotros nos enfocamos en nuestra liga. Queríamos dedicarle un triunfo a la gente que vino, pero la Leagues Cup ya pasó. Dar vuelta a la página y pensar acá”, afirmó.
El resultado contrasta con lo que se esperaba en Tigres: un triunfo que sirviera de bálsamo tras la aventura internacional y que los catapultara en la tabla. En cambio, el equipo regresa con dudas y la obligación de recomponer el camino rápidamente.
El siguiente reto será frente a Santos Laguna en Torreón, una plaza siempre complicada y que pondrá a prueba la capacidad de reacción del plantel auriazul. Para Guido Pizarro, el mensaje tras la visita a Mazatlán es contundente: Tigres no puede seguir dejando ir puntos en partidos que parecían resueltos.
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