Texas.- Brent Brewer, de 53 años, fue ejecutado en Texas luego de que fue condenado a muerte hace más de 30 años, acusado de asesinato y robo.
La ejecución ocurrió en la Penitenciaría Estatal de Texas, en la ciudad de Huntsville.
De acuerdo a medios locales, el hombre fue condenado a muerte en 1991 por el asesinato en 1990 de Robert Laminack, de 66 años, a quien le robó 140 dólares.
El día del crimen, Brent iba acompañado de su novia, quien fue condenada a cadena perpetua, informaron las autoridades.
Estas fueron sus últimas palabras
"Me gustaría decirle a la familia de la víctima que nunca pude encontrar las palabras para arreglar lo que rompí. Sólo quiero que sepan que este hombre de 53 años no es el mismo chico imprudente de 19 años de 1990. Espero que encuentren la paz", dijo Brewer antes de recibir la inyección letal, tras aguardar más de tres décadas en el corredor de la muerte, como se le denomina a la lista de sentenciados a la pena capital.
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Aunque el hombre solicitó una suspensión de la ejecución, esta le fue denegada por la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas.
La sentencia impuesta a Brewer en 1991 fue revisada en 2009 y un jurado lo condenó a muerte una vez más basado en el testimonio pericial de Coons, quien nunca entrevistó a Brewer pero aseguró que "no tenía conciencia".
"La sentencia de muerte fue un fraude. Texas utilizó el testimonio poco científico e infundado del Dr. Richard Coons para afirmar que Brent sería un peligro futuro, aunque el estado y los tribunales han admitido durante años que el testimonio de este médico no era confiable y no debería ser considerado por los jurados en casos capitales", dijo Shawn Nolan, abogado de Brewer.
De acuerdo a una encuesta de la firma Gallup publicada esta semana, el 53% de los estadunidenses apoya la pena de muerte para alguien condenado por asesinato, el nivel más bajo desde 1972.