Estados Unidos. - Una mujer que asfixió a su hija hasta la muerte quedó en libertad, causando indignación en las redes sociales.
Se trata de Dacia Lacey, de 32 años, quien en 2022 confesó a la policía que asfixió a su bebé con cojines del sofá mientras estaba drogada con metanfetaminas para poder "dormir un poco”.
De acuerdo a medios de Estados Unidos, el juez Mark Stoner dictaminó que los fiscales presentaron cargos inapropiados de negligencia de un dependiente con resultado de muerte, alegando que no demostraron que ella mató a su hija Alona de dos meses a propósito.
“Algo hay que hacer con intención criminal, con responsabilidad penal, y de eso se le acusa al acusado. Cuando el estado decide acusar a un individuo, debe demostrar que hizo algo con intención delictiva. La mala crianza, por definición, no es un delito”, mencionó Mark Stoner.
La mujer lloró en el tribunal, mientras el juez dijo que la liberaría "a regañadientes", insistiendo en que ella "no era inocente", pero también "no culpable de lo que el estado le ha acusado".
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En un inicio Dacia dijo a la policía que su bebé había fallecido en un accidente caudado por sus otros hijos, sin embargo, cinco meses después, admitió haber asfixiado a su hija con los cojines del sofá porque no dejaba de llorar.
De acuerdo a las autoridades, en agosto de 2022 la mujer llamó al 911 y empezó a gritar: “¡Ay dios mío! ¡Ay dios mío! ¡Mi bebé está muerta! ¡Mi bebé recién nacido está muerto!”.
Al llegar, los servicios de emergencia encontraron a la bebé muerta. Un informe de toxicología halló que la madre tenía metanfetamina en su organismo en ese momento de los hechos.
En tanto que la autopsia practicada a la menor, no logró determinar la causa de la muerte y tampoco si fue causada por un homicidio o un trauma.
Durante el primer juicio la hija de 5 años de Dacia dijo que su “mamá estaba enojada, golpeó a la bebé con una almohada y se la puso en la cara", sin embargo, el juez Stoner dijo que no se podía confiar en el testimonio de la niña ante el tribunal, porque ella "sólo es capaz de escuchar emociones, repetir algunas cosas sin comprenderlas".
El juez en su momento señaló que nunca se le presentó ninguna evidencia física que demostrara negligencia hacia un dependiente, como huesos rotos o signos de abuso.