La Paz.- Los militares fuertemente armados que tiraron con un tanque las puertas de la sede de gobierno de Bolivia bajo el mando del que hasta hoy era el comandante general del Ejército boliviano Juan José Zúñiga, decidieron retirarse después de que el presidente boliviano, Luis Arce, cambiará a todo el alto mando militar tras lo que consideró como un "intento de golpe de Estado".
En medio de este intento de golpe de Estado en Bolivia, tanques y militares fuertemente armados tiraron este miércoles las puertas de la sede de gobierno de Bolivia bajo el mando del que hasta hoy era el Comandante General del Ejército boliviano Juan José Zúñiga.
Posteriormente, se retiraron de la plaza después que el Presidente Luis Arce cambiara a todo el alto mando militar tras lo que consideró un "intento de golpe de Estado".
En medio de esta situación de emergencia, una imagen tomada de una publicación en la cuenta de la red social X de Canal BoliviaTV dio cuenta del momento en que el presidente de Bolivia, Luis Arce estuvo frente a frente con el comandante general del Ejército boliviano, Juan José Zúñiga.
Fue el presidente de Bolivia, Luis Arce, quien denunció vía redes sociales el surgimiento de movilizaciones “irregulares” cometidas por militares este miércoles, algo que ya ha sido catalogado como un golpe de estado.
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“Denunciamos movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército Boliviano. La democracia debe respetarse”, escribió el mandatario.
Por su parte, David Choquehuanca, vicepresidente de Bolivia, dio un poco más de datos al respecto informando que este golpe de estado se desarrolla luego de que un tanque entrara a la fuerza a la sede del Ejecutivo en la ciudad de La Paz.
"Denunciamos a la comunidad internacional que en Bolivia hay un golpe de Estado contra nuestro Gobierno democráticamente elegido", dijo Choquehuanca.
Bolivia, una historia con golpes de Estado
Desde su fundación como república en 1825, la historia de Bolivia ha sido un rosario de dictaduras militares y civiles, triunviratos, juntas de gobierno, presidentes que no terminaron sus mandatos y decenas de golpes de Estado, sin contar alzamientos militares frustrados.
Aún así, el ex presidente Carlos Mesa (2003-2005), en su libro "Presidentes de Bolivia, entre urnas y fusiles" (2003), asegura que esta nación no fue víctima de tantos golpes de Estado como se cree en el exterior.
La cifra de casi 200 golpes que se cita a veces es "absolutamente arbitraria", dice Mesa, y precisa que el país ha tenido 37 gobiernos de facto, de los que en rigor sólo 23 se debieron a golpes de Estado "en su concepción convencional", o sea, con el derrocamiento de un gobernante.