Estados Unidos.- Dos hombres condenados en diferentes casos por asesinato fueron ejecutados ayer martes en los estados de Misuri y Texas por medio de la inyección letal.
Se trata de Marcellus Williams y Travis Mullis, de 38 años.
Travis Mullis que fue sentenciado por asesinar a su hijo, fue ejecutado con la inyección letal en la prisión estatal de Huntsville, en Texas.
El Estado condenó a Mullis por pisotear hasta la muerte a su bebé en enero de 2008, cuando él tenía 21 años, y se convirtió en el cuarto recluso en ser ejecutado este año en Texas.
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Shawn Nolan, uno de los abogados del prisionero, avisó que no tenían previsto presentar apelaciones para salvar la vida de Mullis y aseguró que Texas ejecutaría este martes a "un hombre redimido" que siempre aceptó la responsabilidad de haber cometido "un crimen atroz", según la cadena ABC.
En 2008 el hombre tras haber peleado con su novia, se fue a Galveston en un vehículo con su bebé a bordo, donde se estacionó, luego lo agredió sexualmente y finalmente lo mató.
En 2011, Mullis fue declarado culpable y lo sentenciaron a muerte.
Las últimas palabras de Travis Mullis en Texas
Antes de ser ejecutado, Travis Mullis lanzó unas cuantas palabras donde se arrepintió por haber matado a su hijo.
"Lamento la decisión de quitarle la vida a mi hijo. Pido disculpas a la madre de mi hijo y a la familia de la víctima. No tengo mala voluntad hacia el tribunal, el sistema judicial, la fiscalía ni el protocolo de ejecución. La moralidad de la ejecución es algo que usted y Dios deben decidir. Fue mi decisión la que me trajo aquí. Estoy listo, director", dijo Mullis.
Condenan a muerte a Wade Wilson
Wade Wilson, apodado el 'asesino guapo' y el 'Deadpooll Killer', de 30 años, fue condenado a muerte en un tribunal de Florida.
El hombre mató en 2019 a dos mujeres, Kristine Melton, de 35 años, y Diane Ruiz, de 43, en el mismo día y en un lapsus de tiempo muy corto.
Wilson fue acusado de seis cargos tras los crímenes ocurridos hace varios años.
Esta decisión estuvo acompañada de fuertes cuestionamientos por parte de los fiscales hacia la comunidad en las redes sociales, ya que pedían una “segunda oportunidad” para el hoy condenado.